La película deja clara su identidad de disparate desde el principio, por lo que apenas molestan las deficiencias interpretativas; además, no duran mucho en pantalla: son eliminados a un ritmo trepidante.
De los numerosos atractivos de "El teniente seductor", destaca la manera con la que Lubitsch incorpora al relato una impronta musical, con una narrativa en la que domina la presencia de secuencias sin diálogos.
"Votemos", dirigida por Santiago Requejo, observa la realidad para, desde la comedia, lanzar un discurso sobre los prejuicios y la intolerancia, reflexionando sobre lo que consideramos la normalidad.
Hermosa película que sale en defensa de un medio al que tanto le debe la humanidad: la radio, uno de los mejores medios de comunicación ideados por el hombre, muy cercano y fidedigno.
Comprendemos los motivos y la evolución de los personajes no por sus discursos externos sino por la proliferación de pequeños detalles en un ambiente frío, sórdido.
La admiración no es ya para la abuelita de Caperucita, para la parte débil, sino directamente hacia el lobo. ¿Será posible que la televisión nos convierta en fieles seguidores de Thanatos?