Se publica «Aquí yace el corazón», de Mercedes de Acosta, en castellano

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Las memorias de la gran amante lesbiana de Hollywood

Mundos Flotantes publica en castellano las memorias de Mercedes de Acosta, Aquí yace el corazón: La poetisa neoyorkina (1892-1968), conocida por sus relaciones con estrellas de Hollywood como Greta Garbo o Marlene Dietrich, era la hija bohemia de la Casa de Alba; poeta, libre, adelantada a su época, su poderosa inquietud humana y espiritual le llevó desde la Europa de las guerras mundiales hasta la India en busca de iluminación. Sus memorias, tituladas Aquí yace el corazón, provocaron un gran escándalo en 1960 y le causaron dolorosas rupturas.

Con esta traducción al castellano se repara una injusticia de más de 60 años. Sus memorias nos acercan a sus relaciones con las estrellas de Hollywood con detalles profundamente humanos pero gran delicadeza. En el caso de Greta Garbo, toda delicadeza era insuficiente; guardiana a ultranza de su intimidad, rompió todo contacto con Mercedes de Acosta cuando publicó estas memorias en 1960. Greta vivió sus últimos años alejada de la atención pública y huyendo de fotógrafos indiscretos. Mercedes nos habla de una Greta divertida, secreta, de sus vacaciones juntas huyendo de Hollywood pidiéndole al chófer que las llevara a una isla en medio de un lago perdido y las dejara aisladas, tranquilas, felices.

Muy significativos son también los capítulos que tratan su relación con Isadora Duncan. Todos los romances de Mercedes partieron de una gran admiración y –además de Garbo y Duncan–, entre sus apasionados amores figuran nombres como Marlene Dietrich, Tallullah Bankhead y Ona Munson.

Este concepto profundo de la amistad y las relaciones se lo puso muy difícil para triunfar como guionista en un Hollywood puramente industrial donde la verdad de las historias era lo de menos. Cuando en 1932 la contrataron para escribir un guion sobre Rasputín, Mercedes pidió consejo al príncipe ruso exiliado Yusúpov, amigo suyo que conocía la historia de primera mano. Disgustado por la falta de melodrama en el guion, el director del estudio pidió cambios que contradecían la historia real. No solo Mercedes abandonó el proyecto inmediatamente, sino que Yusúpov llevó el asunto a los tribunales. Nada de ello impidió que la película, titulada Rasputín y la Zarina (1932), llegara a los cines.

La poetisa, también autora teatral y diseñadora de moda, formó parte del Círculo de Costura, una agrupación informal de mujeres bisexuales y lesbianas, que provenían del mundo del cine y las artes; unas mujeres que llevaban con discreción su condición sexual para evitar el control que los estudios, con sus cláusulas morales, ejercían durante la edad de oro del cine estadounidense.

La poeta Pilar Astray, con ánimo de reivindicar a mujeres poetas olvidadas, ha dedicado un año de esfuerzo para que esta edición en castellano vea la luz. Pilar Astray lleva más de una década de labor cultural luchando por un lugar igualitario y justo para las mujeres en un terreno aún terriblemente machista. Como líder del equipo cultural de Mundos Flotantes, publica libros, realiza películas y organiza eventos y talleres con una intención feminista, LGTBQIA+ y ecologista.

La traducción de Aquí yace el corazón ha corrido a cargo de Lucía Miranda Morla, veterana de la traducción que colabora frecuentemente con instituciones culturales como la Fundación Uxío Novoneyra o la Universidad de Rennes.

La edición cuenta con un prólogo de Ana Rossetti, poderosas fotografías de gran formato y un cuidado índice de personajes; todo ello contribuye a convertir esta edición en una auténtica obra de referencia sobre la edad de oro de Hollywood y el Nueva York a ritmo de jazz, una época que creemos conocer pero de la que, de la mano de Mercedes de Acosta, nos damos cuenta de que no sabíamos realmente casi nada.

El libro se encuentra disponible para su adquisición en el siguiente enlace: Aquí yace el corazón

Fuente: Mundos flotantes