Constituye, así, casi una copia paródica de su predecesora, tropieza en su intento de honrarla, desembocando en una película completamente olvidable y prescindible.
A rebufo del revival historicista en que ya desde hace décadas nos encontramos inmersos, tanto a nivel literario como cinematográfico, Ridley Scott desempolva la figura de Bonaparte... con resultados irregulares.
El peso de la historia
No insistiremos demasiado en lo evidente: Villeneuve tenía muy difícil escapar a las comparaciones con la Blade Runner original de...