A propósito del centenario de su nacimiento
Este año se cumple el centenario del nacimiento del director de cine español Juan Antonio Bardem, hecho que ocurrió el 2 de junio de 1922. Varias publicaciones recientes nos han recordado esta efeméride. De ellas destacamos la reedición de su autobiografía, publicada por primera vez el año 2002, ocho meses antes de su fallecimiento, en edición de Carlos F. Heredero: Juan Antonio Bardem: Memorias de un hombre de cine. Cátedra, 2022.
Y también resulta de interés la publicación de sus diarios de trabajo, bajo el título de Juan Antonio Bardem. De Puño y Letra, texto coordinado por María Bardem, Jorge Castillejo y Diego Sabanés (Ocho y Medio libros, 2022).
Se trata de un personaje clave en la historia del cine español en la segunda parte del siglo XX. Posiblemente no tan reconocido por las nuevas generaciones como otros de sus coetáneos como Carlos Saura o Luis García Berlanga. Sin embargo, su aportación es decisiva para entender la evolución del cine de autor en España. De forma progresiva y con grandes dificultades, un grupo de directores, entre los que se encuentran los citados, fueron configurando un movimiento crítico y regeneracionista, a partir de los años cincuenta, frente al cine oficial impuesto por la dictadura del general Franco.
La trayectoria de Juan Antonio Bardem abarca más de cincuenta años, en los que consolida una sólida carrera cinematográfica y logra importantes reconocimientos internacionales. Así ocurre con Muerte de un ciclista (1955), Calle Mayor (1957) y La venganza (1959). La primera es galardonada en el Festival de Cannes con el Premio de la Crítica Internacional y la segunda es reconocida con el premio de la FIPRESCI en el Festival de Venecia. Es el primer director español en conseguir una nominación a los Oscar con su película La venganza (1959), además, es galardonado por este film con el premio de la Fipresci en el Festival de Cannes.
Desde su primera obra, Esa pareja feliz (1951) codirigida con Luis García Berlanga, hasta Resultado final (1977), Bardem dirigió más de 20 películas, además de ser autor de un importante número de guiones de cine, y responsable de series para televisión como Lorca, muerte de un poeta (1987) o El joven Picasso (1993).
Al establecer un perfil de Juan Antonio Bardem es importante subrayar su compromiso social y político a favor de la implantación de la democracia en España. Cuando finaliza la Guerra Civil en 1939, Bardem tiene 17 años. Su entorno tiene una larga tradición vinculada al teatro. Sus padres, Rafael Bardem y Matilde Muñoz Sampedro, tienen una larga experiencia trabajando en compañías de teatro durante la dictadura de Primo de Rivera, la Segunda República, la contienda civil y la posguerra.
En 1943 el joven Bardem se matricula en la Escuela de Ingenieros Agrónomos en Madrid. Y en esas fechas se afilia al Partido Comunista de España (PCE), en el que nunca dejará de militar. En 1947 ingresa en el Instituto de Investigaciones y Experiencias Cinematográficas (IIEC) formando parte de la primera promoción, motivado por su interés en el cine.
De ese periodo formativo hemos podido ver recientemente en televisión la práctica del segundo curso del IIEC titulada Paseo por una guerra antigua, rodada en 16 mm. Este material (180 metros de película) nunca fue editado ni sonorizado. En 1950 realiza su práctica final de tercero titulada Barajas, aeropuerto transoceánico’ que tampoco llega a terminar, por lo que no consigue el título de director.
En 1951, a partir de un guion original escrito por él y con la participación de Luis García Berlanga, que reenfoca la historia hacia la comedia, consiguen rodar y estrenar Esa pareja feliz (1951). De esta manera se inician en el cine estos dos paradigmáticos creadores, cuya obra es clave para entender la evolución del cine español en la segunda parte del siglo XX; desde la autarquía hacia una apertura que resultó fructífera, y cuyo germen se inició en el IIEC.
Todavía formando tándem, Bardem y Berlanga son contratados por la productora Uninci para escribir el guion de lo que terminará siendo Bienvenido Míster Marshall (1953); aunque la película acabará siendo dirigida por el segundo. Bardem consigue dirigir el año siguiente su primer largometraje en solitario, Cómicos (1954) iniciando así una larga y valiosa carrera cinematográfica.
Tiene sentido citar aquí las denominadas Conversaciones de Salamanca celebradas en mayo de 1955. Estas constituyeron un foro de reflexión sobre la situación del cine español en ese momento, planteando la necesidad de encontrar nuevas vías de expresión. Las organizó el Cine Club Universitario de la ciudad, a cuyo frente estaba Basilio Martín Patino. A este encuentro acudieron figuras de diferentes perfiles (historiadores, escritores, filósofos, académicos y estudiantes universitarios). También participaron directores de cine como José Luis Sáenz de Heredia, Antonio del Amo, Fernando Fernán Gómez, Carlos Saura y los ya citados Bardem y Berlanga.
En su ponencia, que pasó a formar parte de las conclusiones de las jornadas, Bardem definió el cine español en cinco puntos que dieron mucho juego, a la hora de valorar el cine producido en España: «Después de sesenta años de cine, el cinema español es: políticamente ineficaz, socialmente falso, intelectualmente ínfimo, estéticamente nulo e industrialmente raquítico”.
Aquí podemos hablar de un punto de inflexión, ya que a partir de ese momento toma progresivamente forma el denominado Nuevo Cine Español. Se trata de películas que se van distanciando del cine hecho hasta entonces. Hablamos de obras como La caza (1966), de Carlos Saura; Nueve cartas a Berta (1966), de Basilio Martín Patino; La busca (1966), de Angelino Fons; La tía Tula (1964), de Miguel Picazo; o Con el viento solano (1967), de Mario Camus.
Películas en las que se planteaban temáticas no abordadas en el cine español. Historias en las que se vislumbraban problemas sociales, la falta de libertades, la inmigración interior o la convivencia familiar, alejadas del cine historicista o de raíces patrióticas vigente, y que fueron viendo la luz a pesar de una férrea censura, que se mantuvo hasta la llegada de la democracia en 1977. Anticipando esa nueva vía, Juan Antonio Bardem, en la segunda parte de la década de los cincuenta dirige varias películas, que además le llevan a la consagración internacional con sus mejores trabajos. Se trata de títulos decisivos para el cine español.
Muerte de un ciclista (1955) es un proyecto que nace a partir de un relato de Luis Fernando de Igoa, inspirado en un hecho real. Sobre este texto Bardem escribe el guion que encuentra la cobertura de una coproducción con Italia, lo que le permite contar con la actriz Lucía Bosé. El protagonista masculino es Alberto Closas, el cual rueda su primer filme en España, después de su regreso del exilio.
La historia se desarrolla a partir de un fatal accidente en el que un ciclista es atropellado accidentalmente por el coche en el que viajan María José y Juan, los protagonistas del filme, que forman una pareja adúltera. Ambos deciden abandonar a la víctima sin socorrerla y no contar lo sucedido para salvaguardar su posición social. Esta decisión genera en Juan una crisis moral que le lleva a una toma de conciencia sobre las consecuencias de sus actos.
La película traspone esa toma de conciencia del protagonista hacia parte de una generación (los vencedores de la Guerra Civil) que no encuentra unos referentes morales aceptables. La película apunta aspectos sobre la miseria moral de las clases pudientes, la corrupción institucional o los intereses económicos en el extranjero. En definitiva, una dura parábola sobre la sociedad española de ese momento.
Su segundo trabajo, igualmente premiado internacionalmente, es Calle Mayor (1957) una historia cruel que toma como referencia la obra teatral de Carlos Arniches La señorita de Trevélez, eliminando los elementos cómicos de la misma y potenciando los dramáticos.
La historia presenta a un grupo de amigos que viven en una ciudad de provincias, que para divertirse proponen bromas groseras, una de las cuales consiste en engañar a Isabel, una soltera madura (maravillosamente interpretada por Betsy Blair) haciéndola creer que uno de ellos, Juan (José Suárez), se ha enamorado de ella. Cuando descubre el engaño, el mundo de Isabel se viene abajo.
Bardem explora con las situaciones presentadas en la película cuestiones como la hipocresía moral de una sociedad asfixiante e inculta, la alienación religiosa o la falta de ética de unos personajes que, con una apariencia respetable, representan lo peor de la naturaleza humana. Únicamente Federico (Yves Massard) compañero de Juan, se opondrá a la burla perpetrada por el grupo, y se convertirá en el único apoyo que recibirá Isabel.
Calle Mayor es una de las grandes obras del cine español, que ha sobrevivido al paso del tiempo sin ningún desgaste, y representa brillantemente a un cine disidente y reivindicativo que se hizo en plena dictadura. De hecho, el rodaje se realizó con muchas dificultades y Bardem llegó a ser encarcelado durante el mismo.
Inmediatamente después, y gracias al éxito internacional alcanzado con su último filme, Bardem pone en marcha un nuevo proyecto, a partir de un guion titulado inicialmente Los segadores, y que finalmente dará pie a la película La venganza (1959). Una coproducción con Italia en la que participan actores internacionales como Raf Vallone, Jorge Mistral y Carmen Sevilla, siendo esta su primera película en color.
Bardem se apoya en esta historia sobre el mundo rural y el proletariado, donde los campesinos se trasladan en la época de siega, en busca de un salario para sobrevivir, y en el que se produce un enfrentamiento (como trasunto de la Guerra Civil) entre dos familias. La venganza obtiene de nuevo el premio de la Fipresci en el Festival de Cannes y es nominada para el Oscar a la película de habla no inglesa.
Es en este período cuando Bardem consigue su mayor reconocimiento como cineasta. Su carrera se mantendrá hasta la década de los noventa, abordando diferentes proyectos. En algunos casos, manteniendo su impulso regenerador y reivindicativo y, en otros, con un perfil claramente comercial (a modo de supervivencia).
Así, podemos citar en el primer apartado películas como Sonatas (1959), El puente (1977) o Siete días de enero (1979). En el segundo, cabe señalar títulos como Varietés (1971), protagonizada por Sara Montiel; La corrupción de Chris Miller (1973), protagonizada por Marisol, en su primer papel alejado de su rol como estrella infantil; o El poder del deseo (1975), de nuevo con Marisol. En el año 2002 recibió el reconocimiento de la la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, otorgándole el Goya de honor.
Juan Antonio Bardem, en definitiva, debe ser recordado como un creador fundamental para la historia del cine español; vinculado a una estirpe de artistas con relevantes aportaciones al medio cinematográfico, como su hermana Pilar Bardem o sus sobrinos Javier Bardem y Carlos Bardem.
En los dos textos citados al principio de este artículo, los lectores interesados podrán encontrar una amplia información sobre Juan Antonio Bardem, formulada tanto en primera persona (su autobiografía) como en los documentos recopilados por su hija María Bardem y sus colegas en sus reveladores diarios de trabajo.
Escribe Juan de Pablos Pons