«En el personaje de Lucía residía la verdad de la película»

Se estrena en cines Que nadie duerma, la película dirigida por Antonio Méndez Esparza basada en la novela homónima de Juan José Millas. La película está coescrita por el director junto a Clara Roquet y está protagonizada por Malena Alterio, acompañada de Aitana Sánchez Gijón, Rodrigo Poisón, José Luis Torrijo, Manuel de Blas y Mariona Ribas.
Producida por Aquí y Allí Films, Wanda Visión y Que Nadie Duerma AIE en coproducción con la productora rumana Avanpost, la película se estrena en salas de cine el 17 de noviembre de la mano de Wanda Visión.
Los Cines Lys de Valencia, dentro de las numerosas actividades que complementan su programación, han organizado el pase de prensa y su actividad de cine-club, en el que hemos podido entrevistar a la protagonista del filme, Malena Alterio, y a su director, Antonio Méndez Esparza.
Has desarrollado tu carrera cinematográfica en los Estados Unidos con un tipo de cine muy particular, muy personal. ¿Qué has visto en la novela de Millás para plantearte la adaptación? Un material ajeno diferente a lo que has rodado hasta ahora.
Antonio Méndez Esparza: En realidad, el cine mío es de abrazar una historia que encuentras y la sigues hasta el final. Mi primera película es casi el fruto de encontrarme con un trabajador mexicano y seguir su vida; la segunda es una historia personal después de hacer un periodo de casting muy extenso y de ahí surge la película; la tercera es un documental, y esta es un enamoramiento de una novela. Casi todas han sido han sido muy instintivas, de alguna manera, hay como un flechazo y luego un periodo de seguimiento.
Entonces, para mí no es tanta la diferencia. Es verdad que en este caso, quizás la claridad y también dificultad, era que la historia, aunque la adaptamos con ciertas libertades, no la transformamos del todo. Era bastante fija y muy rica, pero tenía mucho misterio. Y ese misterio es lo que había que desvelar. En las otras películas el misterio era menor.
Para mí el mayor reto, quizás, fue el desvelar el misterio de esta película, pero la verdad es que en ese sentido hemos tenido un equipo fabuloso, desde los productores, la guionista, los actores, Malena, o sea, todo ha sido ir enhebrando esa aguja fina de la trayectoria de Lucía. Yo no soy de esos directores como Jonas Trueba o Hong Sang-Soo, directores que son capaces de hacer mucho con muy poco, yo siempre he sido un director que requiere bastante colaboración.
Es una novela que juega con la realidad, con la ficción, muy imaginativa, ambigua, abierta, y tú te la llevas a un terrero más realista, ¿cómo es este proceso?
Antonio: Claro, en realidad, la novela, como bien has dicho, tenía mucho misterio, un poco ambigua y, sobre todo, muy onírica, y es verdad que yo ahí no me vi. Lo que pasa es que, como la parte realista no era tan rica, pero los diálogos eran fabulosos, las situaciones eran tan ingeniosas, y hasta el arco del personaje era tan sorprendente, que pensé que podíamos abandonar un poco ese elemento onírico para incorporarlo, de alguna manera, al interior de Lucía, pero sin visualizarlo, como en la novela; y luego darle un contexto del presente, y ahí quizás es donde yo la llevé un poco más a mi terreno. El armazón de la película es muy robusto en cuanto a realidad, y ahí creo que es donde yo me sentía más cómodo, donde podía comprender mejor la película.
Malena Alterio: Creo que es importante destacar que: “Está basada en…”, “Inspirada en…”, porque hay cosas de la novela que no aparecen y es justo decir que es una inspiración.
Las relaciones entre la literatura y el cine suelen ser infieles.
Malena: Sí, sí. Siempre hay alguien que sale insatisfecho y es normal porque en la literatura uno se hace la película en la cabeza que no suele coincidir con la película que finalmente se hace.
¿Y cuál es tu primera impresión cuando te llega el guion de la película?
Malena: Primero me llega la propuesta de Pedro Hernández, el productor, junto a Antonio Méndez Esparza que es el director, y también con mi representante, que estaban muy firmes en que yo tenía que ser Lucía. Fui a la librería y compré la novela de Millás. La devoré y me encantó, pero cuando cerré el libro dije: “Esto cómo se hace. Porque hay un mundo fantástico dentro de la literatura de Millás, una mezcla entre ficción y realidad, es una cebolla con tantas capas que no sé por dónde puede salir”, pero pensé: “Sea como sea, de la forma en que se haga, quiero estar ahí. No sé hasta qué punto esto se va a hacer, porque es un delirio, pero quiero estar”.
Luego apareció el guion pero en realidad el guion forma parte como de un mapa, de una guía, donde nosotros vamos construyendo sobre eso. Me aprendí algunas líneas y los textos pero la película se articula dentro de muchas improvisaciones que planteaba Antonio acerca de las situaciones que nos interesaba contar.
Por lo tanto, Malena Alterio fue la primera opción.
Antonio: Sí, siempre, desde el primer momento. Escribimos el guión para ella. De hecho, no solo el guion, compramos los derechos pensando en ella.

¿Cómo ha sido trabajar con ella?
Antonio: Para mí, precioso, casi una masterclass, porque es verdad que yo tengo muy poca experiencia con actores. Con actores profesionales no tenía ninguna. Y yo también tengo una manera de trabajar, que es la que conozco, que es muy libre, pero de alguna manera un poco caótica. Para mí es maravilloso la capacidad de los actores de imaginar e improvisar, de poder crear, creo que todos ellos entraron muy bien en el juego. Ella tuvo un papel fundamental en eso, porque era un poco donde todo el mundo se miraba.
Fue un regalo, recuerdo los ensayos, y los ensayos fueron difíciles, porque yo tampoco sabía muy bien cómo ensayar. Pero luego, es verdad que nos fuimos entendiendo, y yo creo que ella tuvo mucha fe, porque quizás un actor espera ir un poco en vertical, es decir, sumo aquí, voy subiendo, y al final tengo el personaje. Y esto era casi horizontal, la escena tenía diferente versiones, había siempre un abanico de posibilidades, siempre medio parecidas, pero eso era un poco extenuante también.
Aunque tú ya has hecho personajes protagonistas, muchos de ellos en películas corales, este es uno de los más destacados.
Malena: Tampoco creas que he tenido muchos protagonistas. He participado en películas corales. Que yo recuerde hace veinte años hice con Ángeles González Sinde una película que se llamaba Una palabra tuya y ahí con Esperanza Pedreño sí éramos protagonistas dentro de un contexto de drama. Luego he participado en películas con papeles más pequeños o grandes donde hay mucha gente, pero sí que es verdad que a diferencia de otros, éste sí es un prota super absoluto de principio a fin.
Escribes el guion junto a Clara Roquet? ¿Qué te aportó?
Antonio: Bueno, es fundamental, sobre todo, para desvelar el misterio, es decir, aunque el personaje tiene un arco muy claro, hay muchas preguntas que todavía no se han desvelado, y teníamos que trabajar un poco el misterio: de dónde viene Lucía, cómo es su infancia, por qué actúa así. Todo eso fue un proceso muy psicológico, casi, de entender al personaje desde un punto de vista psicológico, que yo quizás en otras películas nunca lo había hecho. El personaje de Lucía tiene muchas aristas. Ahí dedicamos mucho tiempo de discusión, trabajando esos detalles.
Quizás, por mis guiones anteriores, una vez que estaban escritos, eran hojas de ruta, que funcionaban para la financiación, pero eran guiones menos elaborados; este era un muy sólido estructuralmente.
Y este guion que consideras sólido ¿se trasforma luego durante el rodaje?
Antonio: Claro, es verdad que ese guion, de alguna manera, lo apartas un poco, porque siempre estás rebuscando en las escenas, ese guion lo abandonas a medias porque siempre buscas en la escena el matiz que quizás no lo tenías en el guion.
La película juega con varios géneros. A veces puede ser comedia, a veces un cine social, otras un drama, misterio. ¿Cómo has trabajado ese aspecto que suponía un riesgo?
Antonio: Es verdad que en cine siempre estás un poco entre la espada y la pared, y quizás cuando estábamos filmando, la preocupación era siempre que la escena saliera bien, o sea, no teníamos trazado un arco inmenso de la película, lo que sí sabíamos es que el ancla de la película era Lucía y su actuación, su personaje. Ahí es donde residía, para nosotros, la verdad de la película.
Y luego hay matices y cambios que vienen del trabajo de todos, la iluminación hizo un trabajo fabuloso, la fotografía es bastante grisácea, bastante oscura, a veces iluminada, pero por lo general es una fotografía un poco tenue, que tiene algo como fantasmagórico. El arte también es muy cuidadoso, pero un poco triste, los vestidos de ella pueden ser hermosos pero el resto es bastante grisáceo. Entonces, yo creo que la película tiene una coherencia con el espíritu de Lucía y ese es el camino que seguimos, lo que pasa es que el camino de Lucia tiene muchas curvas. La música también creo que juega un papel fundamental para darle a todo una coherencia mayor. Es una película muy frágil, donde cada pieza tenía que estar muy ajustada, donde todo el mundo brilla de alguna manera.
Casi como encajar un puzle.
Antonio: El cine tiene mucho de puzle.
¿Y tú cómo trabajas ese personaje que tiene tantas capas?
Malena: En este trabajo concreto se ha ido construyendo sobre la marcha. No podía presuponer nada, alguna idea, algún aroma, algo que tenía que ver con Lucía. En realidad yo le presté a Lucía todo, mi sentir, mi voz, mi cuerpo, todo lo que Antonio me iba demandando. Salió esta Lucía porque le di todo lo que él me iba pidiendo, quien esculpió a Lucía es Antonio.

Has comentado la importancia del personaje de Lucía. Ahora están apareciendo este tipo de mujeres empoderadas.
Antonio: Yo creo que lo que ahora es fabuloso en el cine español es la presencia de mujeres directoras. Y también personajes femeninos fuertes, sin duda. Yo creo que para mí el personaje de Lucía es un personaje lleno de matices que le hacen, además, muy real. Queríamos que Lucía no pudiera ser catalogada de nada, que fuera un personaje sobre todo humano. Y para eso es verdad que teníamos que darle mucho matiz.
Malena: Afortunadamente ahora se están construyendo personajes femeninos más ricos, no somos únicamente consortes o sostenedores de historias de los personajes masculinos, y en este caso, la complejidad de Lucía está bien plasmada porque habla de la situación laboral, de su situación como mujer, de su sexualidad, habla de que en un momento decide no rendirse y da un cambio en su vida y ser dueña de su destino. Es tan rico y el viaje es tan abundante que todo ello hace que el personaje sea muy interesante. Habla también de la mochila que ella trae, cómo se puede sostener en la vida después de haber tenido una infancia no del todo bonita, es una mujer solitaria que ha tenido que construir en su cabeza la historia para poder sostenerse.
Por fin empiezan a aparecer personajes femeninos más allá de una determinada edad.
Malena: Van apareciendo personajes más ricos donde nosotras nos podemos sentir más identificadas y también con cierta edad, no solo niñas y jóvenes: de repente tenemos mujeres de cuarenta, cincuenta… Una edad en la que yo me siento más interesante que a mis veinte, por muchas razones. Están apareciendo propuestas muy interesantes, comparativamente hablando todavía no son al 50%, pero vamos por el buen camino.
¿Con el taxi no harías como Robert de Niro que estuvo conduciendo un taxi por las calles durante un mes para preparar Taxi Driver?
Malena. Pues mira, un mes no he estado, pero para esta película he hecho muchas cosas. Una de ellas ha sido estar dos o tres jornadas junto a una taxista encantadora que me llevó por todo Madrid, ella estaba trabajando y yo observaba cómo manejaba el taxímetro, qué conversaciones tenía… Fueron tres o cuatro días y fue muy amable conmigo. Después estuve como dos meses estudiando canto con una profesora lírica. Incluso me apunté a clases de boxeo, pero eso fue más fugaz porque al final se descartó. Y luego improvisando mucho con todos los compañeros, gente que no eran actores con los que se trabajó mucho previamente al rodaje. Así que me lo he currado mucho.
¿Y la experiencia de rodar en España?
Antonio: Bueno, en Estados Unidos he filmado en condiciones de mucha libertad, muy libre, pero también eran películas más pequeñas, muy ambiciosas, pero no he hecho grandes películas.
Y esta es la película más grande con un equipo súper. Quizás tenía cierto miedo a que un equipo grande me limitara un poco, y no fue así, en fin, todos eran partícipes, todos abrazaron mucho la película, así que la experiencia fue fabulosa. Es verdad que, quizás cosas que proponía en un primer momento, sorprendían un poco, pero luego el equipo estuvo súper, siempre a favor, y la película es un poco el trabajo de todos.
Malena, ¿algún proyecto que nos puedas contar?
Malena: Acabo de volver de Huelva, he estado entre Sevilla y Huelva, haciendo una serie que se llama En fin, para Amazon Prime Video, que la dirige David Sainz, que hizo la webserie Malviviendo, la primera webserie que tuvo un éxito mundial; es una serie de seis capítulos de media hora cada uno y que supongo estrenaremos el año que viene.
Escribe Luis Tormo
