Mar Targarona y Belén Cuesta nos hablan de «El cuco»

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«Un día te miras al espejo y ya no eres la persona que querías ser»

La directora y productora Mar Targarona (Secuestro, El fotógrafo de Mauthausen, Dos) estrena el 15 de septiembre su nuevo largometraje titulado El cuco. Con una amplia carrera que abarca teatro, publicidad, televisión y cine, dirige este largometraje tras haber sido reconocida con cuatro nominaciones a los premios Goya y nueve nominaciones a los premios Gaudí con El fotógrafo de Mauthausen (2018).

El cuco, que participó fuera de concurso en la pasada edición del Festival de Málaga, está protagonizada por Belén Cuesta y Jorge Suquet, a los que acompañan los veteranos intérpretes alemanes Hildegard Schroedter y Rainer Reiners. El guion corre a cargo de Alfred Pérez-Fargas y Roger Danès, ambos colaboradores habituales de la directora barcelonesa. Producida por El Pájaro Cuco AIE, Rodar y Rodar y Barry Films; cuenta con la participación de RTVE, Orange y Crea SGR y con la financiación de ICAA e ICEC. Filmax se encargará de la distribución.

Dentro de las actividades de los Preestrenos del Festival Antonio Ferrandis, Mar Targarona y Belén Cuesta, ganadora del Goya por su papel en La trinchera infinita, han estado en los cines Kinepolis de Paterna presentando la película. Con ambas hemos mantenido una conversación, junto a otros medios, sobre el origen, el significado y la experiencia de rodar un filme de género de estas características.

Le película expresa un poco esa cultura de la confianza, nos sentimos confiados y hay cierta muestra de ingenuidad.

Mar Targarona: Creo que sí. Vivimos en una cultura de confianza, afortunadamente. Aunque lo que yo quería contar es el paso del tiempo, de un reloj de cuco implacable que marca su tic-tac, de cómo pasa el tiempo y nos va devorando a todos. Un día te miras al espejo y ya no eres la persona que querías ser, esto es un tema central; y otro tema es la maternidad, que considero un tema importante, y que se mira desde un punto de vista femenino. Y después es cierto que son un poco ingenuos, creo que eso nos pasa a todos. Nuestra sociedad es biempensante

Belén, es tu primera incursión en el género del terror. ¿Cómo ha sido la experiencia de enfrentarte a este género que tiene unos códigos muy específicos? ¿Has encontrado diferencias respecto a la comedia o el drama?

Belén Cuesta: Sí, era la primera vez que me enfrentaba a esto y estoy muy agradecida a Mar, porque es verdad que te dejen como actriz probarte en otros géneros no siempre pasa. Tomé el guion con mucho vértigo, con mucho miedo, sin saber si iba a poder defenderme ahí… Pero he estado muy bien arropada, capitaneada por Mar y Jorge Suquet que es muy amigo mío y antes de empezar los ensayos en Barcelona, Jorge que también vive en Madrid, pudimos ensayar mucho, preparar, hablar sobre el guion, etc.

La preparación, el trabajo básico del texto, ha sido igual. Lo que he notado más diferencia ha sido en el rodaje al ser un rodaje mucho más técnico. También ha sido un rodaje muy exigente porque no se ha podido hacer en orden cronológico; esto es algo que suele pasar, pero claro, con escenas de tanta tensión o momentos en que tenemos que estar tan extremos, de repente se hacía una parte en Barcelona y, al mes y pico, la otra parte en la Selva Negra.

En ese sentido sí fue complejo pero me he sentido muy bien, con días que han sido más complicados pero los rodajes son así. Para mí ha sido una experiencia tremenda como actriz.

Y también hay alguna parte de humor que descarga parte de la tensión

Belén: Sí, luego ha sido muy divertido de jugar, por ejemplo todo ese homenaje que hace Mar a Hitchcock, ese día en concreto fue muy bonito de hacer. Y luego está ese humor negro de Mar, muy divertido.

Mar: Hitchcock me gusta no solo por el suspense, que es lo que siempre se habla de él, sino también por las escenas de amor. En todas sus películas hay historias de amor, aunque no se diga en voz alta, pero es verdad. Y después el humor que está en todas sus películas y que me parece un ingrediente básico para acabarte de relajar porque en esta película creo que tienes muchas emociones como ese «mosqueo» que se da previo al suspense, no hay suspense todavía pero hay algo que no acaba de gustarte…

Entonces, sentir todas las emociones que te hacen vibrar es la gracia del cine; aparte de contar una historia en la que he tratado de no ser muy pesada, de no subrayar las cosas, que haya un poco de exigencia a los espectadores para que sigan la trama, que creo que poniendo un poco de esfuerzo se sigue bien. Eso también forma parte del placer del espectador, que te sirvan una película en la que todo no está masticado para que tengas la inteligencia viva.

Mar Targarona y Belén Cuesta en el preestreno de El Cuco

La película tiene un guion muy clásico.

Mar: No tan clásico. El reto era la parte final, ¿cómo la va aceptar el público? De momento estoy viendo que al público le gusta y asimila muy bien la tercera parte de la película.

Has hablado antes de la interpretación. ¿Tenías algún referente, porque la película recuerda al Polanski de La semilla del diablo?

Belén: Un buen director es aquel que te da buenas referencias y cosas donde agarrarte. Para mí es fundamental que un director haga eso porque así entiendes fácilmente por dónde va, qué lenguaje tiene, qué quiere contar. Mar nos dejó muy claro sus referentes, que quería contar, cómo, y La semilla del diablo era todo en el personaje mío, incluso en el look donde hay esos pequeños homenajes. Referentes que están muy presentes y no se tratan de ocultar, al revés, es ponerlos ahí como persona amante del cine que es Mar.

Y luego a mí me pasa que me dan mucho miedo las películas de terror y también era una de las cosas que me atraía, verlo desde dentro, cómo se rueda. Al final pasa como cuando uno hace comedia o drama, uno no tiene que pensar estoy haciendo una peli de miedo, porque para eso ya está la directora, la cámara o la iluminación para contar todo eso.

Mar: Yo creo que lo que le he exigido es que hubiera mucha verdad en los sentimientos, el miedo, cuando empieza a sospechar, etc. Lo que tiene que transmitir es verdad, en cada situación pensar: «¿Qué me pasaría a mí? ¿Qué siento en esa situación». Lo ha hecho muy bien a base de ser muy sincera en cada momento.

Belén Cuesta y Jorge Suquet en una imagen de El Cuco. Foto: Filmax

Junto a un guion bien estructurado, la película cuida también la factura formal con un rodaje cuidado que aporta un contenido adicional al texto en el que se nota tu especialidad en el cine de género

Mar: Eso es el cine, tal como se mueve una cámara se está contando una sensación. Si me acerco muy rápido a ti con una cámara va a generar una emoción, si me separo lentamente genera otra emoción. El cine está hecho de detalles. Me acuerdo de una serie que hice en la que un hermano le ponía un collar a su hermana y me acuerdo que en la sala de montaje decíamos: «Si este plano dura tres segundos más parece que es un incesto». El cine es un lenguaje que te cuenta muchas cosas y tiene esto, que no son palabras, son imágenes.

Te lo comentaba porque creo que el homenaje a Hitchcock está presente a lo largo de toda la película, sobre todo en esa manera de contar en la que se utiliza todas las herramientas del lenguaje cinematográfico.

Mar: Bueno, a mí me encanta Hitchcock, he visto todas sus películas 20.000 veces y no me extraña que el maestro me haya dejado una señal. Me gusta su humor, cómo cuenta las cosas, para mí eso es el cine, más que hacer un teatrillo y luego rodarlo y montarlo; los planos tienen que tener intención uno a uno. Es lo que decía Belén antes, que era un rodaje muy técnico, un hecho lo divides en varias partes y lo vas contando para que sorprenda.

Eres directora pero también productora. ¿Cómo llevas esa doble situación, ese equilibrio de funciones dentro de una misma película?

Mar: ¡Fatal! Me digo: «Esto cuesta tanto… pues lo tenemos que solucionar de otra manera», «Lo que quieres hacer no se puede hacer porque cuesta tanto». Lo que pasa es que eso ayuda también porque te empuja a buscar otra manera de hacer las cosas, una manera más creativa en muchas ocasiones, contando lo mismo que querías contar pero de otra manera. Y eso en toda la cadena, a mí, al director de fotografía, a la directora de arte, a los actores…

Escribe Luis Tormo

Mar Targarona, Luis Tormo y Belén Cuesta