XXVI Festival de Málaga (2): ecuador

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Cálidos y emocionales primeros días de este Festival de Málaga

malaga-200Tras arrancar el pasado 10 de marzo con una gala marcada por el homenaje a Raphael y la música andaluza como protagonista, con actuaciones de Diana Navarro, Vanessa Martín o Miguel Poveda, entre otros, la vigesimosexta edición del Festival de cine español y en español de Málaga ha superado con éxito sus primeros días.

Unos días marcados por la calidez, climatológica (poniente en Málaga y rozando los treinta grados), y emocional. Y es que a la provocada por los reconocimientos a personalidades de nuestro cine de estos días (junto a Raphael, han recogido también sus biznagas correspondientes el director andaluz Alberto Rodríguez y la actriz Blanca Portillo) se suman las sensaciones que provoca en los espectadores (incluyendo a la que escribe estas líneas) el buen cine. Y de ese ha habido bastante estos primeros días en el certamen malagueño.

Maridajes entre drama y comedia

Así, por ejemplo, la sección especial Málaga Premiere, con cintas fuera a concurso de las que ya nos advertía Juan Antonio Vigar, responsable del festival, que había muchas que merecía la pena visionar, arrancó el sábado 11 de marzo con dos cintas que, cada una en su estilo, «maridan» a la perfección drama y comedia.

La primera de ellas, Esperando a Dalí, primer largometraje de ficción de David Pujol, se ambienta en el Cadaqués de los años 70 para presentar una comedia bañada en el surrealismo de Dalí y el movimiento hippie de la época en la que intervienen, entre otros, Paco Tous.

Mientras que Amigos hasta la muerte, ópera prima de Javier Veiga como director, que también actúa y produce la cinta, como la propia Marta Hazas nos sitúa en la Galicia interior (Orense) para narrarnos, a través de una cuidada producción, fotografía y musica(za) de Xoel López, una historia tan melancólica como vitalista.

El propio Veiga la definía en rueda de prensa como «Morriña feed Good», y preferimos no dar muchos más detalles de la historia para, directamente, recomendar verla, ya que es de esas películas que se disfrutan, especialmente entre amantes de la comedia española y del teatro (de hecho, es una adaptación teatral de la obra del mismo título).

De forma similar y también en Málaga Premiere, Los buenos modales, de Marta Díaz, abrió la segunda jornada de esta sección con una comedia de ambiente costumbrista que relata desde el humor, el drama de una familia rota.

Respecto a comedias de la Sección Oficial de Largometrajes, estos sí, a concurso, durante el primer fin de semana de festival ha destacado, también con un marcado humor negro, Bajo Terapia, de Gerardo Herrero (candidata, de momento, muy posible a Biznaga otorgada por el Público). El reparto de esta cinta coral lo integran Malena Alterio, Alexandra Jiménez, Fele Martínez, Antonio Pagudo, Eva Ugarte y Juan Carlos Vellido.

También adaptación teatral, en este caso de una obra de Matías de Federico, esta comedia coral aborda problemas actuales y temas duros —como el machismo o las convenciones sociales— con humor negro y giros dramáticos. «Los actores son los encargados de ir construyendo el guión, de ahí el peso que adquieren las interpretaciones incluso a la hora de colocar la cámara», comentaba Herrero en rueda de prensa.

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Mamá, papá…

Igualmente hemos podido ver durante los primeros días de esta 26ª edición otros largometrajes que, como los citados, presentan, si no las dos caras de Jano, sí visiones originales de crisis vitales.

Es el caso de Una vida no tan simple, de Félix Viscarret, presentada el lunes 13 de marzo en Málaga, retrata la confrontación entre las metas profesionales y la conciliación familiar en plena crisis de los 40. Con personajes tan desbordados como desmotivados que en el fondo saben que son afortunados y que todo merece la pena.

Un «reflejo» de la vida, en el que por un lado «hay algo de pérdida porque tus amigos se lo están pasando bomba en una fiesta y tú te lo estás perdiendo», pero por otro, «ves a tus hijos y cuando te vas a quejar por enésima vez te das cuenta de lo afortunado que eres», comentaba el realizador en rueda de prensa. Porque al final, «probablemente la vida supone asumir que ya no eres el protagonista de tu vida, sino que has pasado a ser un personaje secundario», reflexionaba.

Si en la edición pasada, la 25, nos emocionábamos con las relaciones de cuidado padres-hijos, lo delicado de la maternidad y el postparto y el camino, a veces obligado, a la madurez en Cinco lobitos, esta cinta, que a su manera propone proseguir esta reflexión en la edad, eso sí, en que nuestros hijos van ya al parque, quizás acabe, como sucediera con la otra, entre el palmarés.

Hablando también del palmarés de años anteriores, otra de las cintas de la sección oficial de largometrajes vinculada a la experiencia de ser padres es Els Encantats, aunque en este caso se centra en la figura de la madre que, tras separarse de su pareja, se ve obligada también a hacerlo de su pequeña de 4 años.

La protagoniza, y lleva buena parte del peso de la cinta, Laia Costa (biznaga de plata a mejor actriz, y posteriormente, premio Goya, por Cinco lobitos, recordemos), y la dirige Elena Trapé (que regresa a Málaga tras triunfar, en 2017, con su primer largometraje, Las distancias). Es una historia de paladeo lento, que nos sitúa en un pequeño pueblo de los Pirineos, un refugio que será testigo de cómo la madre empieza a tomar conciencia de las consecuencias de su decisión de separarse y de cómo la culpa va dejando paso a la aceptación.

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Compromiso con la sociedad y la industria del cine

Por otra parte, el festival de Málaga continúa su apuesta por afianzar el papel de la ciudad y de la región en la industria audiovisual, manteniendo las secciones y apartados que ya comentábamos en nuestra anterior crónica, y dando pasos como el acontecido, estos días, con la creación del nuevo Clúster Audiovisual y de Contenidos de Andalucía que, basado en la colaboración público-privada, ha sumado ya a las más importantes empresas andaluzas de la industria audiovisual y se propone, entre otros objetivos, impulsar el papel de Andalucía como «plató natural de Europa» (palabras del Consejero de Presidencia, Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa de la Junta de Andalucía, Antonio Sanz).

Málaga ha sido también el escenario escogido por la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, para presentar la guía Nuevo contrato. Prestación especial. Tu arte en valor, con mejoras derivadas del Estatuto del Artista.

Está siendo, en este sentido, una edición de un marcado compromiso social. Así, se han proyectado cintas que ponen en valor la importancia de la mujer en nuestra historia reciente, como es el caso, entre otras, de Matria, ópera prima de Álvaro Gago, que llega a la sección oficial de largomentrajes de Málaga tras su paso por la Berlinale; o de la serie Las noches de Tefía, un comprometido ejercicio de memoria histórica, a cargo de Miguel del Arco, ubicado en este caso en la sección Pantalla TV.

Se ha reivindicado, a través de diversas actividades, el papel de minorías como las personas trans. Y se ha inaugurado un Espacio Solidario en pleno centro de la ciudad que está acogiendo diversas actividades de acceso libre para promocionar la integración y la inclusión.

Y es que, como la propia Blanca Portillo se autodefinía con motivo de su homenaje, si las personas del cine pueden llegar a ser «trabajadores sociales», sin duda el potencial de un evento que crece año tras año, como el festival de Málaga, en este sentido debe, desde luego, aprovecharse y catalizar.

Escribe María Sánchez (@cibermarikiya) | Fotografías Antonio Viciana | Galería de fotos

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