Al
amparo del título elegido por Gerald Brenan para encabezar uno de sus
libros, Fernando Colomo ha construido la historia que nos narra en su última
película. En ella ha querido recrear lo que fue la experiencia vital del
escritor británico en el que sería su primer contacto con la cultura y
la vida españolas.
Afincado
en Yegen, uno de los pueblecitos de La Alpujarra granadina, Brenan vivió
allí alrededor de siete años entre 1920 y 1934, descontados los
intervalos de sus visitas a Inglaterra. Su actividad en la sierra
granadina se centraba en observar con mirada atenta la vida y las
costumbres de los naturales de la zona, cuyas peculiaridades registraba
meticulosamente con cuidadosas anotaciones que le servirían
posteriormente como base de datos para sus escritos.
Para
elaborar la trama argumental de su película, Colomo ha partido de los
datos que maneja Jonathan Gathorne-Hardy, biógrafo de Brenan, con quien
también ha coescrito el guión. Según los créditos que cierran el
filme, los guionistas se han inspirado muy libremente en las andanzas del
joven escritor en tierras alpujarreñas. De hecho, pese a que la lectura
de Al sur de Granada demuestra hasta qué punto la visión de
Brenan es la de un observador cuya exhaustividad y rigor sitúan sus análisis
en un nivel que roza lo antropológico, la perspectiva ofrecida desde la
película prefiere centrarse en la experiencia sentimental del viajero,
potenciada y privilegiada por el relato hasta el punto de hacer girar toda
la trama en torno a las relaciones amorosas entabladas por él con una
joven de la región. En paralelo, y como telón de fondo, se van
entrelazando sucesivas anécdotas protagonizadas por los personajes
secundarios hasta componer el marco pintoresco sobre el que se inscribe la
peripecia central.
Con
esas bazas, y sin mayores pretensiones de fidelidad a la letra impresa, ha
jugado Colomo su apuesta narrativa hasta obtener un resultado desigual.
Por una parte, la película parece apostar por el cuadro costumbrista que
evidencie el asombro y la curiosidad experimentados por un viajero de raíz
cultural y procedencia social tan ajenas a los usos de una comunidad mucho
más primitiva y desinhibida, en comparación con la puritana sociedad
británica que dejaba atrás.
Sin
embargo, el filme no consolida debidamente el logro de ese objetivo. Pues,
si por un lado los ambientes naturales y locales están bien captados y la
fotografía explota debidamente la belleza indiscutible de la comarca
alpujarreña, por otro, la historia no consigue sobrepasar el
pintoresquismo, pese a los diálogos ágiles y las situaciones bien
construidas donde el humor y el tipismo tradicional se mezclan por igual.
Hubiera sido interesante potenciar mucho más ese flanco de la historia,
profundizando en los caracteres y enriqueciendo las
situaciones hasta lograr un relato coral en el que los aldeanos y
sus peripecias vitales fueran los verdaderos protagonistas, reservando
para el viajero el papel de un testigo privilegiado, capaz de disparar el
relato desde su particular punto de vista.
No
ha sido así, sino que se ha optado por la vía más fácil al elegir la
historia de amor como elemento central, desdibujando la verdadera
naturaleza del personaje principal y favoreciendo escenas inverosímiles
—la del baño exhibicionista de la joven mujer— que chirrían de lo
lindo, aunque previsiblemente incrementen los resultados de la taquilla.
Por
ello, y pese a las buenas actuaciones de los secundarios —excepcional
Guillermo Toledo— y a la cuidada puesta en escena, la película se queda
a medio camino, sin lograr una meta que se avistaba cercana. Antonia
del Rey Reguillo
|
AL
SUR DE GRANADA
Título
Original:
Al sur de Granada
País y Año:
España, 2002
Género:
Comedia Dramática
Dirección:
Fernando Colomo
Guión:
Fernando Colomo
Producción:
Sogepaq
Fotografía:
José Luis Alcaine
Música:
Juan Bardem
Montaje:
Antonio Lara
Intérpretes:
Matthew Goode, Antonio Resines, James Fleet, Guillermo Toledo, Verónica Sánchez,
Ángela Molina
Distribuidora:
Warner Sogefilms
|