La incoherente tragedia de Hache
Supongo que tienen razón los que dicen que el cine español debería aprovechar sus bazas creando sagas de sus películas más taquilleras. Es una forma de sacarlo a flote. En eso estoy de acuerdo. No tanto en que ello justifique rodarlas de cualquier forma.
Fernando González Molina, director de Tres metros sobre el cielo (3MSC) ha hecho bien en aprovechar el taquillazO que supuso aquella en su momento y rodar esta segunda parte.
El problema de esta nueva entrega, Tengo ganas de ti, es que tiene demasiadas incoherencias, se nota que el dinero lo ha justificado todo. Como no he leído el libro de Federico Moccia del cual la película está adaptada, no sé si estas incoherencias son fruto del texto literario, de un guión mal adaptado por Ramón Salazar o de un mal montaje. Supongo que las culpas están repartidas, el caso es que el resultado es bastante peor comparado con su antecesora.
3MSC, pudo pecar de poco original, de excesivamente dulce… pero las tramas guardaban una buena conexión, la historia estaba bien contada, las secuencias de imágenes guardaban coherencia entre ellas y la química entre los actores nos convenció aunque la situación fuese tan común. Aquí uno no sabe por dónde empezar a la hora de enumerar errores.
Hache vuelve a Barcelona tras su viaje a Londres. No sabemos cuánto tiempo ha pasado. No se nos dice. Por momentos parece que años, por momentos parece que meses. Vuelve a su antigua vida, a casa de su hermano, a salir con sus antiguos amigos, a sus desplazamientos con su inseparable moto. Se reencuentra con Catrina (Marina Salas), la mejor amiga de su ex-novia Baby (María Valverde), pero sobre todo, vuelve a su pasado. El recuerdo del amor por Baby le persigue por todos los rincones de Barcelona. Todo le recuerda a ella. Obsesionado cree verla en diferentes sitios, pero todo son visiones. La persigue cada vez que esto sucede, al estilo de Josh Harnett en Obsesión.
Por su parte Baby ha rehecho su vida, ha cambiado de nuevo de novio (no es el mismo con el que le vimos al final de 3MSC) y ha dejado totalmente de lado esa vida al límite y a todos esos amigos con los que la compartía, incluida Catrina. Aunque en su corazón seguía Hache, la cabeza fue la que tuvo la última palabra.
En el camino de Hache, nada más empezar el filme, se cruza Gym (Clara Lago), otra rebelde sin causa, con una familia más desestructurada que la suya pues sus padres murieron. Gym, aparte de rebelde, es una chica muy resuelta, de vuelta un poco de todo, contestona y chulita. Vive con su hermano en un ático, sabe de fotografía, de baile, toca la guitarra… Ni ella ni su hermano tienen trabajo, pero van saliendo adelante. Hasta les llega para irse al Carnaval de Nothing Hill en Londres para hacer fotos.

Cuando Gym reconoce a Hache (luego vemos que ya le conocía cuando estaba con Baby, esto explica muchas cosas), le fotografía y le sigue en coche hasta una gasolinera. Le roba la gasolina y le tira su moto. Esto llama la atención de Hache, que desde el primer momento queda sorprendido de esa chica tan loca como él. La lleva con sus amigos, la obliga a llevarle a su casa… vamos que se queda tan prendado que se olvida hasta de su moto, la cual ha abandonado en la gasolinera. Pero tranquilos, pronto volverá a tenerla, por arte de magia, claro.
Ahora con dos chicas en su cabeza, la única incógnita del filme es saber con cual se quedará. ¿Volverá con su primer amor Baby o quedará preso de la arrolladora personalidad de Gym? Las forzadas casualidades, que están a la orden del día en la historia, irán marcando el camino del protagonista.
La primera, el trabajo. Por casualidad Hache descubre su primer día de trabajo como ¿técnico de luces? —no se le ve trabajar en ningún momento— que Gym está haciendo una prueba para ¿azafata? —que luego resulta ser bailarina con tutú de ballet— en el mismo show que trabaja él. Tras su primer día él la acerca a casa. Al parecer su hermano se ha olvidado de recogerla. Y hete aquí la primera incoherencia: cuando Gym pregunta a su hermano por qué no ha ido a recogerla este le dice: “Es que tu amigo me ha dado 50 € para que no lo hiciera”. ¿Qué?, algo nos hemos perdido, en ningún momento vemos que ambos se conozcan, es difícil pagar a alguien que no sabes ni quien es. Error.
Pero siguiendo con la historia, otra incoherencia grave viene para justificar el que Baby se entere de la vuelta a Barcelona de Hache.
La hermana de Baby está en una discoteca. Ha tomado pastillas, va borracha, termina medio inconsciente en un baño tras haber estado con un chico. Catrina y Hache han salido de fiesta al mismo pub. Ya en la puerta antes de irse Catrina decide volver al baño. Seguidamente vemos a Hache en el cementerio, en la tumba de su amigo pollo contándole su situación. Seguidamente se nos muestra cómo Catrina encuentra a la hermana de Baby en el baño. No parece reconocerla.
Al día siguiente la hermana de Baby le cuenta que fue Hache quien la trajo a casa, quien mandó el sms a Baby para que recogiera a su hermana. Que Hache ha vuelto. Y yo digo: ¿Eso fue antes o después de visitar el cementerio? Como ya he adelantado antes, no sé si es culpa de la historia o del montaje, pero la secuencia de hechos no cuadra. Error.

Hay varios errores más, una agresión que queda en el aire, una violación pasada casi por alto… pero por no destripar todo el argumento expondré un último hecho donde se fuerzan las casualidades a base de incoherencias.
Me refiero al momento en que por fin se encuentran Baby y Hache. Es el día de la función. Catrina llama a Hache para que salga en su ayuda. Él se escaquea del trabajo dejando en apuros a Gym para reunirse con su amiga. Al final el encuentro es con Baby. Hablan de su situación, se piden disculpas y Baby se ofrece a acercarle a donde quiera (casualmente, Hache, el chico que no se separa de su moto, esta vez ha ido andando a ver Catrina). Y claro, para acercarle le pide pasar antes por un sitio que les va de camino. Ese sitio resulta ser la playa, la misma playa lejos de la ciudad a la que se escapaban en 3MSC, donde está la casa de sus sueños —lo dicho, van a un lugar que les va de paso—. Error.
En fin son tantas las incoherencias, los errores, que empobrecen, afean tanto la historia, que no convence por bien que lo hagan los actores.
Y es que Mario Casas sigue funcionando como ídolo de adolescentes, en su papel de chulito tierno y guapo. Clara Lago está fantástica en su papel de rebelde y contestona. Hace que su tragedia no lo parezca tanto con esa sonrisa y carácter arrollador que ella tiene. María Valverde, que cautiva al espectador con cada uno de sus papeles, aparece en contadas ocasiones. Está correcta pero no brilla tanto como lo hizo en la primera entrega, más que nada porque su papel ya no es tan importante, no porque ella no tenga recursos para ello.
Al final todo esto para contar algo tan sencillo como que hay que superar el pasado. Que es preciso pasar página para seguir adelante. Que todo en la vida se puede superar, hasta las peores tragedias.

Porque eso sí, de tragedias Hache sabe bastante. Ya no sólo que se muriera su mejor amigo y que su novia le dejara; ahora resulta que su padre está cada vez más enganchado a la bebida, está muy demacrado; ahora su madre está gravemente enferma —podemos pensar que tiene metástasis, aunque no se nos dice—; ahora le ha salido un nuevo competidor en el barrio que le chulea tanto en el boxeo como con la moto. En fin, una vida la suya llena de tragedias a las que se suman las propias de Gym, la cual vive sola con su hermano tras la muerte de sus padres, no encuentra con un trabajo estable y encima se aprovechan de ella.
Total, un berenjenal de tragedias para abarcar mucho temas sin profundizar bien en ninguno. Abortos, violaciones, drogas, amores juveniles, familias desestructuradas, carreras de motos, infidelidades… sobre todo infidelidades.
Gran parte del elenco de secundarios lo forman los padres de Baby y Hache. Ya en la primera se nos contaba cómo el odio de este a su madre era por haberse ido con otro hombre. Ahora es la madre de Baby la que sospecha de que su marido está con otra. Al final, al estilo Love Actually, sus intuiciones son confirmadas en la cena de aniversario; ni los buenos son tan buenos, ni los malos son tan malos; el padre de Baby había quedado como el gran padre comprensivo y moderno, ahora es el infiel marido.
Tengo ganas de ti podrá contentar a las fans de Mario Casas y Federico Moccia, quizás traiga ingresos para el cine español, pero no baña en absoluto la imagen del cine español, que por películas como ésta puede decir en los países vecinos que no somos capaces ni de filmar una simple comedia romántica.
Escribe Eva Cortés

| Título | Tengo ganas de ti |
| Título original | Tengo ganas de ti |
| Director | Fernando González Molina |
| País y año | España, 2012 |
| Duración | 124 minutos |
| Guión | Ramón Salazar, basado en la novela de Federico Moccia |
| Fotografía | Xavi Giménez |
| Música | Manel Santisteban |
| Distribución | Warner Bros. Pictures International España |
| Intérpretes | Mario Casas (Hache), Clara Lago (Gin), María Valverde (Baby), Marina Salas (Katina), Ferrán Vilajosana (Luque), Diego Martín (Alejandro), Antonio Velázquez (Serpiente), Nerea Camacho (Daniela), Carme Elías (madre de Hache), Cristina Plazas (madre de Babi) |
| Fecha estreno | 22/06/2012 |
| Página web | http://www.tengoganasdeti-es.com/ |