Brian De Palma: El mago de la imagen (de Alejandro Lorente)

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Cómo agarrar al espectador y mantenerlo pegado a su butaca

Tras dos generosos prólogos de Adolfo Cervera y Juanma Sevilla, el autor nos explica cómo fue su acercamiento al cine de Brian De Palma: a los 14 años, en el cine Capitol de Valencia, con el estreno de Carrie… y este cronista no puede por menos que sonreír y seguir devorando este pequeño pero atractivo libro por simpatía con el Alejandro Lorente: ¡mi particular acercamiento al director fue exactamente el mismo!

Tras ese primer contacto con el cine depalmiano, Alejandro demuestra su experiencia como profesor de Imagen y Sonido (aunque su currículum incluye clases de inglés, formación teatral y pertenencia a distintas asociaciones profesionales) y plantea un libro metódico, todo muy bien acotado desde el principio.

Primero, un repaso a los que llegaron antes que De Palma y, de alguna forma, influyeron en su cine: desde Kubrick a Peckinpah, pasando por Polanski, Cassavetes y alguno más.

Luego, la generación donde cronológicamente se inserta el director de Vestida para matar, con Friedkin, Bogdanovich, Cimino, Malick y Carpenter (aunque este menos clasificable en ningún grupo, siempre por libre).

Finalmente, el Nuevo Hollywood, sus auténticos colegas, con los que compartía rodajes, cambio de actrices, sesiones de montaje y lo que hiciera falta: Lucas, Spielberg, Scorsese, Coppola y algún otro mocoso airado.

Presentado su entorno, Lorente se centra en el mago, aunque siguiendo el mismo procedimiento: una breve introducción para hablar de algunos de sus temas, de varias exquisiteces técnicas, sus éxitos, sus fracasos… y Hitchcock, naturalmente, un director con el que mantiene muchas deudas, al que «homenajea» en algunos de sus trabajos (y efectos) y del que bebe a lo largo de su filmografía.

Pero no solo de Hitch se alimenta De Palma, como buen cinéfilo también revisita a menudo el cine de Hawks, Welles, Godard, Wilder, Antonioni y, atentos… Buñuel. Porque el aragonés ha sido una influencia que ha ido creciendo en el cine del autor de Fascinación, sobre todo en su última etapa, en pleno siglo XXI, cuando lograr financiación para sus proyectos ha sido una tarea homérica.

En ese contexto buñueliano, donde el surrealismo se codea con una difícil separación entre la realidad y la ficción, entre los sueños y la vida cotidiana, ahí se insertan tres títulos donde De Palma muestra su deuda con el director de Viridiana. Hablamos de Femme fatale (2002), Passion (2012) y Domino (2019), su última obra, donde junto a Buñuel encontramos plazas de toros y algún otro apunte de su rodaje en España.

Y un último capítulo en la primera parte del libro, si hasta ahora hemos hablado de los que han sido fuente para De Palma, en este último el autor refleja quiénes han bebido del autor de El precio del poder o Doble cuerpo a la hora de confeccionar sus películas. Y en su lista de directores que han seguido sus huellas cita, entre otros, a Paco Plaza, Rodrigo Cortés, Quentin Tarantino, los Coen o Paul Thomas Anderson… sin duda, su cine sigue vivo.

Tras algunos apuntes sobre los géneros, el trabajo de la cámara y la construcción de las escenas, los puntos fuertes en la vida de Brian, Lorente dedica aproximadamente la mitad del libro a analizar uno a uno todos sus títulos… lo que promete ser el plato fuerte del libro.

Y, sin embargo, para este cronista, es aquí donde el autor no está a la misma altura que en los capítulos que le preceden… contra todo pronóstico.

¿Motivo? En sus distintos acercamientos temáticos o estilísticos a su cine, ya ha hablado de los grandes temas y herramientas que De Palma domina a la perfección, por ello, cuando vuelve a citar esos elementos en cada película, cae en la repetición, en cierta rutina, sobre todo en la parte final de la filmografía depalmiana… la más desconocida.

Lógico que se vuelva a citar en cada filme aquellos elementos que se repiten una y otra vez, pero quizá habría que buscar una alternativa, una fórmula que no lleve a hablar continuamente de la pantalla partida, el foco partido, la cámara lenta, los travellings circulares, los planos deformados… todo ello revisado en los análisis previos y «copiado» en los estudios de cada film.

Con todo, quizá ese problema solo se da si uno lee el libro de un tirón (o en dos tardes de verano), pero no parece ese el objetivo de Lorente; más bien, por su planteamiento académico, parece que propone unos capítulos para conocer a De Palma en general y, a continuación, una guía de consulta… para cuando uno decide acercarse a cualquiera de sus títulos.

Leídas por separado las dos partes del libro, esas repeticiones no existen y el acercamiento a cada título funciona correctamente como introducción o reflexión final sobre cada película.

«Vestida para matar» arrasó en los cines al combinar terror, sexo y citas a Hitchcock con gran habilidad

Y todo referido a un cineasta hoy casi olvidado, que lleva años apartado de los circuitos comerciales (los únicos que se vuelven a subir de vez en cuando son el megalómano Coppola, el inagotable Scorsese y el incombustible Spielberg), un director al que no se toma muy en serio cuando se habla de los grandes del cine (sobre todo de terror y policíaco).

Sin embargo, es un cineasta cuya vigencia sigue intacta, cuyas películas resisten bien el paso del tiempo (como confiesan Lorente en sus conclusiones y el propio De Palma en alguna entrevista) y ello es debido a que no filmaba de manera rutinaria, convencional.

Como el autor recalca en su título, De Palma era un «mago de la imagen» y eso sigue sorprendiendo hoy, al ver sus películas, llenas de soluciones visuales originales (aunque sea eliminar un plano-contraplano en un diálogo y sustituirlo por un travelling circular), por sus puntos de vista atrevidos, por sus revisiones de algunos clásicos de Hitchcock (con Vértigo y Psicosis a la cabeza)…

Un cineasta que, como el propio Hitchcock, prefería trabajar la imagen, darle un valor adicional, más allá de los diálogos, incluso para negar lo que estos dicen y sugerir otras ideas. Los aciertos visuales del mago del suspense y del mago de la imagen nos permiten seguir sorprendiéndonos hoy con cada nuevo visionado de la mayor parte de sus películas.

La misma sorpresa que allá en el cine Capitol de Valencia, cuando teníamos 14 años y, mientras el público salía de la sala, nosotros aguardábamos a ver los títulos de crédito y, entonces, en mitad de unas imágenes oníricas, una mano nos cogía desprevenidos…un susto inolvidable que ya no nos abandonó durante varias décadas.

De Palma sabía cómo agarrar al espectador por donde más le duele y mantenerlo sentado en la butaca a base de imágenes impactantes.

Un libro ideal para revisitar el cine de Brian De Palma hoy… o para introducirse en el director de Los intocables de Eliot Ness si aún no lo conoces.

Escribe Mr. Kaplan  

Brian De Palma: El mago de la imagen | Alejandro Lorente | Editorial Loto Azul | Diciembre 2024 | 227 páginas | ISBN 978-84-10366-00-8

«Carrie», la película con la que De Palma nos cogió a todos desprevenidos y ya no logramos escapar a su cine