El destino de Maya (3)

Published on:

Una experiencia cinematográfica conmovedora

Estamos en el siglo XIX cuando la joven Maya (Amanda Jansson), de 17 años, contra su voluntad, o mejor, sorpresivamente acaba casada con el pescador Janne (Linus Troedsson), a quien apenas conoce.

El personaje Maya es una niña al comienzo de la historia, con una exuberante fantasía. Hace uso de las docenas de símbolos y personajes populares y mitológicos que le cuenta el abuelo, cuentos y leyendas que el padre le recrimina que cuente señalando la Biblia como libro sobrado para todo.

La niña ha recibido una educación basada en valores cristianos estrictos («mirarse al espejo es pecado») pero relativamente benévolos (siempre que no se traspasen los límites); cree en la madre naturaleza (la dueña del mar, los espíritus del bosque y de la piedra, etc.). Vive en una familia y en una sociedad profundamente cristiana donde se predica que hay que actuar rectamente y que defiende unos estereotipos muy marcados sobre las tradiciones en general o los roles masculino y femenino en particular.

A Maya, este constreñimiento le asfixia, pues su espíritu es más flexible y libre, más alegre y lúdico, más expansivo en todo sentido.

Un matrimonio acordado

Un buen día se presenta en la casa familiar un hombre y su joven hijo Janne y acaban acordando con el padre el matrimonio para Maya, lo cual acaba haciendo correr despavorida a la niña a la que, además, le gusta otro joven del lugar.

En un punto Janne le hace esta propuesta a la sensible y entusiasta Maya, cuando lleva ya algunos meses cortejándola: «He encontrado un lugar para nosotros: Stormskerry. Allí hay peces, podemos crear nuestro propio mundo, y es hermoso, completamente abierto y libre, con su mar infinito, su viento, su sol… Todo eso sería nuestro».

La joven, no sin cierto temor, acaba embarcándose en este proyecto y en él tendrá que hacer valer la fuerza oculta de su carácter y experimentar los sentimientos más profundos de amor y dolor, porque, «nadie se libra de tener que enfrentarse a la vida y a la muerte».

Una vez casados en una ceremonia ritual con sacerdote, se marchan a la apartada isla de Stormskerry (en la realidad es la isla de Stormskär), cuya lejanía acentúa el sentimiento de desolación de la muchacha, pero es el lugar apropiado para que puedan hacer su fortuna con la pesca y tener su propia familia. Su vida estará sobrada de desafíos, reveses y desgracias.

Para empezar, Maya tiene que afrontar largos períodos de tiempo sin estar con el esposo, precisamente por estar casada con un pescador. Esto implica que debe atender el cuidado de la familia sin prácticamente ayuda ni apoyo físico ni moral. A fuerza de trabajo y tesón, Maya se convierte en una mujer fuerte que no le tiene miedo a nada, una mujer de carácter firme como un noray e independiente.

Vemos secuencias muy gratas en las que se ve que el matrimonio ha consolidado un fuerte vínculo de amor genuino, de unión y atracción personal mutuas, o sea, se quieren, más allá de haber sido un matrimonio de conveniencia.

Janne se adapta a las creencias y supersticiones de Maya («si es importante para ti, es importante para mí»), tanto mejor cuanto que el amor es cada vez más pujante entre los dos jóvenes en el aislamiento de la isla de Stormskerry, en el archipiélago de Åland: nudismo, sexo natural, nacimiento de cuatro hijos, pesca y comercio. Toda marcha hasta que…

Cinta que ahonda en una nueva visión de la protagonista de las novelas de la Blomqvist

La llegada de los británicos

Las estaciones (con inviernos muy duros) y los años pasan felices hasta que los sucesos históricos alcanzan a la familia. El Gran Ducado de Finlandia formaba parte entonces del imperio ruso y, en una acción secundaria de la guerra de Crimea de 1854, se avistan varios buques de guerra ingleses en las orillas de la isla.

A toda prisa Janne se ve obligado a huir para evitar que lo ahorquen y, de la noche a la mañana, Maya se queda sola con sus hijos y una tropa inglesa dirigida por el teniente John Wilson (Desmond Eastwood), que se instala en su casa.

Tras este primer choque, Maya tendrá que afrontar otras tragedias y emanciparse, aprender e intentar mantenerse en pie frente a la arbitrariedad de una vida cuasi silvestre, aleatoria y por momentos agitada.

Pero sobreviven, trabajando duro para los soldados e incluso con algún incidente serio y un conato de insurrección cuando los marineros quieren matar la vaca para comer carne y el teniente, a súplica de Maya, decide dejar la vaca a salvo, aun enfrentándose con la tropa.

La epopeya

La película tiene una estructura clásica, que cumple muy bien como obra épica, romántica y feminista. Durante los 164 minutos de duración el espectador se mantiene atento en todo momento. El evocador escenario de isla y las sólidas interpretaciones del elenco dibujan, con un meritorio dominio de las elipsis temporales, un retrato conmovedor de una mujer más fuerte de lo que creía ser.

Recorre los principales episodios vitales de los protagonistas (cortejo, matrimonio concertado, el principio del amor, los hijos, la guerra, la difícil economía a costa del dinero prestado por un usurero) y los entrelaza mediante elegantes vueltas del discurso narrativo que hacen que el ritmo de este dilatado filme fluya con cierta pulsión orgánica, de totalidad y con dinamismo.

Otro de los aspectos más destacados de la película es su ambientación, que logra transportar al espectador a la vida en una isla remota en el siglo XIX. La música, compuesta por Lauri Porra, complementa perfectamente la atmósfera melancólica y épica de la historia.

Así, seguimos a esta familia en un entorno natural, bello, a la vez que un paisaje duro, cuyo visionado es aprehendido por la sensacional fotografía de Rauno Ronkainen y los impactantes paisajes prácticamente del fin del mundo.

El viaje emocional de Maya junto a su marido. Ambos nos van mostrando lo que era vivir en aquel lugar sin apenas comodidades, clima duro, vegetación escasa y en una época de privaciones y escasez. Sin duda, una enseñanza para este mundo tan acostumbrado a la abundancia y el despilfarro en docenas de cosas y objetos prescindibles.

Una historia de amor genuino, un amor profundo donde hay compromiso, sexo y una prole

Dirección, reparto y otros aspectos

A pesar de cierta descompensación entre el prólogo y los últimos compases, mucho más apasionantes, Lymi ofrece una mirada genuina y de respeto sobre su heroína, una mujer trabajadora, empoderada, adelantada a su tiempo, que lucha a pleno pulmón por sus hijos y que aprende a no vacilar cuando la vida se complica.

Es, de este modo, una película con una dirección sensacional de Tiina Inkeri Lymi, una mujer que es una actriz, directora de cine y televisión, guionista y escritora finlandesa, reconocida y multipremiada. El libreto es también de su autoría y está inspirado en una serie de cinco novelas de la afamada escritora Anni Blomqvist.

Tiene un gran un reparto y un sensacional trabajo en la dirección de actores con artistas como Amanda Jansson (muy bien como Maya), Linus Troedsson (estupendo como marido), acompañados de Desmond Eastwood (el teniente inglés), Tobias Zilliacus, Jonna Järnefelt, Tony Doyle y Andrea Björkholm, entre otros.

Película de éxito

En Finlandia, la película batió récords en taquilla. Se estrenó en cines en enero y alcanzó las 470.000 entradasa lo largo del año, según el Nordisk Film & TV Fond (NFTVF). Esto la convirtió en la película más vista en el país en 2024, superando a grandes títulos de Hollywood con los que compartía cartelera. También fue la película en sueco más vista en Finlandia desde 1972 y ha posicionado a Tiina Lymi como la directora más vista en los cines finlandeses en los últimos 10 años.

La película ha tenido igualmente un extenso y fructífero recorrido por festivales. Destacan su paso por el Festival Internacional de Rotterdam y su reconocimiento en los Premios Jussi(los Oscar del cine finlandés), ganando las categorías de mejor película, drección y actor protagonista entre otras; y el galardón a mejor película en el BCN Film Fest, superando a otras producciones destacadas.

Es una película que se ha estrenado en Filmin y que es una acertada elección para quien la pueda visionar

Feminismo

Cinta que ahonda en una nueva visión de la protagonista de las novelas de la Blomqvist. Lymi nos recuerda y subraya que su obra es feminista de la forma más simple, porque empieza con las preguntas básicas. «¿Por qué te llevas mi dinero? ¿Por qué tengo que llevar falda?», la conclusión es: «¿En qué sentido soy menos que un hombre?».

Sobre esta reinterpretación, la directora especifica: «No estoy segura de afirmar que está inspirada en los libros o basada en ellos. Hay una línea muy delgada».

Continúa Lymi: «Escapar del yugo del conformismo social sigue siendo una cuestión de voluntad individual en la que a menudo se ponen a prueba la fuerza y la flexibilidad del espíritu, pero la situación era todavía más complicada para las mujeres de mediados del siglo XIX, cuando la dominación masculina se ejercía con la unción de la religión, en un entorno económico en el que la mera supervivencia era entonces la prioridad».

Concluyendo

Desde luego, desde su clasicismo, la película resulta muy interesante, atrapa y mantiene el interés pues, también, tiene un magnífico trabajo de montaje que no permite tiempos muertos o aburridos.

Tiene de todo un poco y en unas proporciones y calidad interesantes. Nos cuenta una historia de amor genuino, un amor profundo donde hay compromiso, sexo y una prole que forma parte del proyecto vital de los protagonistas.

Es una historia en la cual los personajes viven muy humildemente, pero sin rendirse y tirando siempre para adelante sin apenas rechistar. Es pues, una historia de superación personal y de un vínculo conyugal sólido y genuino.

Con una ambientación cautivadora, una problemática social y con un sesgo feminista bien subrayado, pero sin exceso doctrinal.

Es una película que se ha estrenado en Filmin y que es una acertadaelección para quien la pueda visionar, pues nos brinda una experiencia cinematográfica profunda y conmovedora, con una protagonista cuya evolución puede ser inspiradora, al modo de otras heroínas del cine épico.

Escribe Enrique Fernández Lópiz | Fotos Filmin