Éxodos
…forzados, como suelen serlo todos, diríamos que sin excepción. Desde los que se narran en la Biblia hasta el presente; con este Mayo de 1940, donde su director, Christian Carion, lo sabe bien porque sus padres lo vivieron. De ahí su buena narración, su sentido histórico y su sensibilidad para hacernos llegar la triste y emotiva cotidianidad que eso implica.
Porque cuando la guerra acosa, envolviéndonos, y desaparecen los conocidos, y aquellos a quienes queremos, si antes no los han matado, nos vemos forzados a buscarlos, con la esperanza de que aún vivan.
Durante la invasión nazi, la acción se centra en un pueblo al norte de Francia, el caos ocasionado está más que presente y la confusión es quien conduce la acción y la mayoría de los sentimientos.
Las imágenes con que está narrado este éxodo, y los cruces de sentimientos, son casi siempre apropiadas —a veces un tanto repetitivas, ¿para que no las olvidemos?— y nos recuerdan que la inseguridad del entorno en guerra afecta, y bastante, a nuestro comportamiento para con nosotros mismos y los demás.
Por eso Mayo de 1940 es de consecuente y necesario visionado.
Escribe Carlos Losada