MY BLUEBERRY NIGHTS (3)

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Título original: My Blueberry Nights
País, año: Hong Kong – China – Francia, 2007
Dirección: Wong Kar-wai
Producción: Jean-Louis Piel, Wong Kar-wai, Jacky Wah, Wang Wei, Stéphane Kooshmanian
Guión: Lawrence Block y Wong Kar Wai, basado en un argumento de Wong Kar Wai
Fotografía: Darius Khondji
Música: Ry Cooder
Montaje: William Chang
Intérpretes:

Natalie Portman, David Strathairn, Jude Law, Rachel Weisz, Norah Jones, Benjamin Kanes, Cat Power

Duración: 90 minutos
Distribuidora: Vértigo Films
Estreno: 12 diciembre 2008
Página web:  www.myblueberrynightsmovie.
co.uk

Los sentimientos como un juego sensorial
Escribe Juan de Pablos

myblueberrynights1.jpgWong Kar-wai es uno de los cineastas actuales más interesantes como consecuencia de su trayectoria cinematográfica, que culmina con dos excelentes películas: In de Mood for Love (Deseando amar, 2000) y 2046 (2004), con las que ha obtenido el reconocimiento generalizado sobre su obra.

A este reconocimiento dado en Occidente, gracias fundamentalmente al éxito obtenido en los grandes festivales de cine, como Cannes, donde en 2006 presidió el Jurado, hay que añadir la dificultad basada en el desconocimiento con el que abordamos las claves de la cinematografía oriental, radicalmente distinta a la de nuestro entorno, tal como señala Francisco J. Gómez Tapia en su excelente estudio sobre el cineasta (Editorial Akal, 2008).

Wong Kar-wai nació en Shangai en 1958, pero su familia decidió emigrar como consecuencia de la presión ejercida por la Revolución Cultural de Mao. Así, Wong Kar-wai llega a Hong Kong en 1963 y se instala en la península de Kowloon, en el barrio de Tsim Tsa Tsui, cerca del enclave conocido como Chungking Mansions, un referente que aparecerá de forma sistemática en su obra. Este espacio, caracterizado por una estructura vecinal abigarrada, está en el origen de sus imágenes recurrentes de paisajes urbanos, de callejuelas, casas de comida y relaciones vecinales. Aprende de su madre el gusto por el cine y la música, y Hong Kong representa un nicho en el que es posible acceder a propuestas de múltiples procedencias: la música popular china, la estadounidense, la sudamericana (de gran éxito en Filipinas), así como distintas cinematografías.

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Su formación en diseño gráfico, le lleva en un momento dado a entrar en contacto con la televisión, donde desarrolla sus conocimientos sobre los procesos audiovisuales. Su incorporación al cine se produce en la década de los ochenta, fundamentalmente como guionista, hasta que en 1988 consigue producir su ópera prima: As Tears Go By (no estrenada en España).

Si pretendemos identificar el estilo de este peculiar cineasta, podríamos señalar algunos elementos, siendo el primero a resaltar su alta capacidad técnica que le dan acceso a un cine formalmente muy elaborado, incluso “exquisito”. La utilización de tecnologías digitales le permite incorporar efectos de color, ralentizaciones, aceleraciones, etc., que ya forman parte de su característico estilo. También ha desarrollado un tipo de narrativa audiovisual muy sugerente, donde las sensaciones sustituyen al discurso racional o estructurado.

myblueberrynights2.jpgEstos elementos de ruptura, han hecho que diferentes críticos hayan señalado en este director influencias de Godard, Resnais (la nouvelle vague francesa) o de Michelangelo Antonioni, de manera que los desarraigos emocionales que los personajes de Happy Together, Chunking Express, In the Mood for Love o 2046, son el eco de La noche, La aventura o Il Desserto Rosso de Antonioni, tal como ha señalado el crítico Doménec Font.

El interés preferente de Wong Kar-wai por los sentimientos, de las dificultades por llegar al amor pleno, satisfactorio, constituye el eje de sus historias. Se trata por tanto de transmitir a los espectadores, no ya la historia de los personajes sino la historia de sus sentimientos.

En la brillante carrera de este cineasta chino resulta inevitable citar a Christopher Doyle, uno de los directores de fotografía más valorados en el cine actual y responsable de algunas de las imágenes más bellas del cine de Wong Kar-wai. La capacidad para expresar en imágenes una experiencia emocional, una atmósfera, la textura de una pared, la luz sobre el rostro de una actriz, está en manos de este fotógrafo australiano, con una gran experiencia en el cine chino y que ahora trabaja con los mejores cineastas del mundo.

Precisamente Christopher Doyle no es el director de fotografía de My Blueberry Nights, en la que ha sido sustituido por Darius Khondji, ya que Doyle rechazó rodar esta película en Estados Unidos y con actores norteamericanos. Sin duda aquí está una de las claves de que My Blueberry Nights no suponga subir un peldaño más en la carrera de Wong Kar-wai, en la medida que sí lo hicieron Deseando amar y 2046, que pueden considerarse las cimas de su obra hasta el momento. Otro elemento a destacar es el casting, de manera que a mi criterio el cine del director chino pierde al no contar con las aportaciones de sus actores característicos y presentes en la mayor parte de su filmografía, como Tony Leung, Maggie Cheung, Gong Li o Zhang Ziyi.

myblueberrynights3.jpgFinalmente, el cambio de “territorio” al rodar su filme en Estados Unidos, aunque es una producción de Hong Kong, China y Francia, sin duda ha influido en Wong Kar-wai, ya que aparentemente se encuentra desubicado, fuera de sus referentes habituales, que son tanto Hong Kong y sus barrios como las referencias urbanas. Así, la fórmula de road movie que ha propuesto en su película norteamericana, resulta prácticamente sublimada como consecuencia de su estilo preciosista y muy elaborado con lo que el resultado es artificioso.

En su guión plantea tres historias de desencuentros amorosos que se desarrollan a lo largo de un recorrido por Estados Unidos que una joven (Norah Jones) inicia en busca del amor verdadero. En el camino, enmarcado entre Nueva York y la legendaria Ruta 66, que la llevará a Nevada y Arizona, la joven se encontrará con una serie de personajes de los que aprenderá y la intentarán ayudar en su búsqueda.

My Blueberry Nights es una mimetización del estilo desarrollado por su director en sus trabajos precedentes, repitiendo elementos tanto formales como narrativos: una estética muy elaborada, iluminación urbana, la presencia de trenes, la utilización de fundidos, ralentizaciones, el stop-motion. La representación de la América profunda mediante cielos, carreteras, rótulos, bares y algunos de sus personajes característicos, como el barman que siempre espera (Jude Law), el policía (David Strathairn), o mujeres espectaculares (Rachel Weisz, Natalie Portman) que sufren el desamor.

La traslación de su mundo y sus recursos expresivos a la dislocada civilización norteamericana, sin la conveniente adaptación, hacen de My Blueberry Nights un filme con la marca de fábrica de su autor, caracterizada por una carga de gran belleza formal y de autocita, como señala Gómez Tarín, que hacen que el resultado final sea un excelente ejercicio de estilo, que permite identificar a su autor, pero que no supone nada nuevo como aportación a su interesante filmografía.

Cabe señalar que el estreno de este filme en España se ha producido año y medio después de su realización, lo que resulta llamativo, cara a entender, que no justificar, la política de distribución en nuestro país, totalmente controlada por intereses que priman el criterio comercial más bien rastrero, sobre otros que consideran al cine también como cultura.

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