Salvados por la familia
Tras el relativo éxito de Gordos, afronta Daniel Sánchez Arévalo su tercera producción, en la que ejerce de director y guionista de una historia que le permite desplegar y pulir sus habilidades para la comedia en el más genuino sentido de la palabra. Y lo hace con un argumento que gira alrededor del camino que recorren tres personajes masculinos —casualmente primos— para volver a recuperar la felicidad perdida, el universo edénico olvidado, que se condensa en el pueblo donde pasaron sus vacaciones veraniegas de infancia y adolescencia.
Con este planteamiento, el director se asegura la complicidad de un espectador, que reconoce en las andanzas de los personajes los sentimientos incluidos en su propia memoria. Diego, encarnado por Quim Gutiérrez, se siente desdichado porque su novia lo ha abandonado cinco días antes de su boda. Sumido en la autocompasión y el desconsuelo, Diego emprende un enloquecido viaje al pasado y a la villa cántabra de Comillas, impulsado por la enloquecida energía de sus dos primos, cuyo deseo es salvarlo de la tristeza y la depresión.
El trío representa diversos grados de la necedad masculina: Diego es la persistente indecisión, la queja continua y, sobre todo, la dependencia absoluta de su exnovia Yolanda (Nuria Gago, Una mujer invisible, 2007); Julián (Raúl Arévalo, Azuloscurocasinegro, Gordos) representa lo contrario: el enérgico vitalista siempre en acción, optimista impenitente, entre desvergonzado y chuleta, el líder de las juergas y las farras; cierra el grupo Miguel (Adrián Lastra, Fuga de cerebros, 2009), el más perturbado de los tres, una especie de lunático colgado de los tranquilizantes, que huye del miedo y de la angustia escondiéndose en las faldas de su enfermera y además pareja Toña (
Así que esta pandilla de infelices chalados con sus traumas a cuestas irrumpen en la vida de algunos personajes de su pasado, que ya no son lo que eran sino que arrastran sus desgraciadas vidas sumidos en conflictos presentes, con sus particulares penas y chaladuras.
La valenciana Inma Cuesta (El Kaserón, 2009) representa a Martina, la personificación de los idealizados amores juveniles, que resulta ser madre soltera de su hijo Dani (Marcos Ruiz), el cual muestra también una considerable perturbación mental en su hipocondríaco y obsesivo interés por los síntomas de las enfermedades. A esta galería de personajes se suman otros como el borracho Bachi, que borda el veterano Antonio de
De modo que la colisión entre los conflictos de los personajes teje una red de acciones y sentimientos, en la que todos son salvadores y salvados. Porque esta es una película que cuenta una historia sencilla de frustraciones y falsedades, en las que puede reconocerse el hombre corriente que busca encontrarse a sí mismo para disfrutar del equilibrio y la paz.
Se trata, pues, de un relato en el que el ser humano busca superar sus desengaños y rectificar sus errores mediante un viaje vital que va del infortunio quejumbroso, de la locura alienante, a la madurez. Y todo ello en un tono cordial y lúdico, al modo de la comedia clásica, cuyos mecanismos aplica con ingenio el director de este filme, y cuyo resultado es una creación divertida, con el entretenimiento asegurado, y con el que podemos reír y sonreír a placer.
El ritmo narrativo se mantiene a lo largo de la película, sustentado en una tensión narrativa que alterna secuencias tragicómicas con gags más o menos cómicos, desde carreras y persecuciones a lo Chaplin o Buster Keaton, hasta una especie de catártico Full Monty sin desnudo físico pero sí espiritual.
Como toda comedia, muestra bien los aspectos más ridículos de la estupidez humana, donde los espectadores ven con satisfacción los errores ajenos de alguien más necio que ellos mismos. Lo cual ya sabemos que gratifica tanto como el final feliz y la alegría que da la conquista por parte de los personajes de cierto equilibro y orden sentimental, lejos de la insensatez y del caos del principio.
Mucho humor y ternura entre los hilos de la trama de esta simpática diversión cinematográfica, que nos hace salir de la sala de proyección con una sonrisa llena de optimismo y esperanza.
Escribe Gloria Benito
Título | Primos |
Título original | Primos |
Director | Daniel Sánchez Arévalo |
País y año | España, 2011 |
Duración | 100 minutos |
Guión | Daniel Sánchez Arévalo |
Fotografía | Juan Carlos Gómez |
Música | Julio de la Rosa |
Distribución | Warner Bros. Pictures International España |
Intérpretes | Quim Gutiérrez, Raúl Arévalo, Adrián Lastra, Inma Cuesta, Antonio de la Torre, Clara Lago, Nuria Gago, Alicia Rubio, Marcos Ruiz |
Fecha estreno | 04/02/2011 |
Página web | www.primoslapelicula.com/ |