THE INTERNATIONAL, DINERO EN LA SOMBRA (1)

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The International
Título original: The International
País, año: Estados Unidos – Alemania – Inglaterra, 2009
Dirección: Tom Tykwer
Producción: Bernd Eichinger
Guión: Eric Singer
Fotografía: Frank Griebe
Música: Reinhold Heil, Johnny Klimek y Tom Tykwer
Montaje: Mathilde Bonnefoy
Intérpretes: Clive Owen, Naomi Watts, Armin Mueller-Stahl, Ulrich Thomsen, Brian F. O’Byrne, Michel Voletti, Patrick Baladi
Duración: 118 minutos
Distribuidora:  Sony Pictures
Estreno: 24 abril 2009
Página web:  http://www.everybodypays.com

Corre, Lelo, corre
Escribe Mr. Kaplan

Naomi Watts es una Fiscal del Distrito metida a... la verdad, no se quéBernd Eichinger es hoy por hoy el productor alemán con mayor importancia en el cine. Capaz de producir títulos más o menos comprometidos (RAF, Facción del ejército rojo, El hundimiento), pero también responsable de superproducciones de toda índole orientadas exclusivamente a la taquilla (Resident Evil, Los cuatro fantásticos y Silver Surfer).

Tom Tykwer es un joven director con ínfulas de autor y algún éxito comercial a sus espaldas, tanto actuando desde los márgenes de la industria (Corre, Lola, corre) como haciéndolo en una superproducción de prestigio (El perfume, historia de un asesino).

La segunda colaboración entre ambos (tras El perfume) está planteada como un juego, un desafío, para ellos y para el espectador. Con tantos giros y cabos sueltos, The International parece haber sido planteada tratando de contestar a determinados interrogantes que Eichinger ha lanzado y Tykwer acepta el desafío… o quizá el propio Tom es el que pregunta y el Bernd el que acepta el envite.

En definitiva, una invitación a jugar con el espectador, juguemos pues.

Clive Owen es de Scotland Yard, o de la Interpol, o Bourne... o quizá Bond, James Bond

¿Es verdad que Corre, Lola, corre estaba influida por la estética del Dogma con su cámara a mano continua y su rodaje en exteriores naturales? No sé, de hecho no sé si el Dogma ya era tan popular en 1998. Evidentemente, hay una cierta influencia de ese estilo "cuidadosamente descuidado". Pero eso era circunstancial: una película de acción debe filmarse con la cámara ultramóvil, para transmitir esa tensión.

¿Algo así como sucede con las dos aventuras de Jason Bourne dirigidas por Paul Greengrass, El mito de Bourne y El ultimátum de Bourne? Quizá esas son las dos mejores películas de ese estilo con cámara a mano, dentro del campo de acción. De hecho habría que hablar de un "estilo Greengrass", que también filmó así sus títulos anteriores, como Domingo sangriento y United 93. Es, probablemente, el único director que ha sabido ser fiel a ese estilo típico de reportaje televisivo y darle una coherencia con el argumento.

Este tipo creo que es el Malo, aunque no es seguro. También muere... ¿o quizá no?¿No todas las películas con cámara a mano son iguales? No, claro que no. En Bourne acompañamos a un personaje que busca continuamente su identidad, al mismo tiempo que está en continuo movimiento porque su búsqueda es también una huida de quienes quieren acabar con él. Con este concepto en mente, la cámara a mano, su inquietud, la falta de estabilidad, la movilidad continua, están plenamente justificados.

¿En continuo movimiento? ¿No hay algo de eso en The International? Evidentemente sí, aunque aquí se ha optado por un estilo más tradicional de planificación: uso del trípode, travellings, encuadres muy ajustados y sólo montaje muy dinámico en las grandes escenas de acción, como el tiroteo en el Museo Guggenheim de Nueva York, quizá la escena más espectacular filmada nunca en una película de acción.

Bueno, si repasamos las películas de James Bond, ¿no es una afirmación exagerada? Esto… Evidentemente, Bond basa casi todos sus filmes en un par de grandes escenas de acción. Aquí sólo hay una, pero excepcional, y transcurre casi media hora antes de acabar, porque la escena final es mucho más relajada, sobre los tejados de Estambul…

¿Una persecución sobre tejados de Estambul? ¿No había una parecida en El ultimátum de Bourne y un final parecido en el último Bond? Sí, bueno, es indudable que James Bond y Bourne han sido las dos influencias más claras a la hora de realizar The International. De hecho, casi se podría hablar de una sola influencia, porque la última de Bond, Quantum of Solace, también debe mucho a la trilogía de Bourne: han modificado al héroe tradicional que interpretó Sean Connery, lo han humanizado, literalmente le han tocado las pelotas, y ahora sangra y sufre mucho. Algo muy propio de Bourne. Por no hablar de su afán de venganza tras la muerte de su novia, algo impensable en Bond hasta que Greengrass tuvo su éxito arrollador con las dos películas que ha dirigido sobre Bourne… y ahora el agente 007 también se venga.

Con esta cara, seguro que éste es malo y muere. Aunque, quizá se redima de sus pecados y... ¿va al cielo?Temáticamente, la presencia de un gran banco como el malo de la función ¿no es un elemento bondiano? Ese Mal con mayúsculas asociado al Dinero, a las grandes corporaciones que manejan las Armas y, en definitiva, que tienen el Poder, es, quizá, el gran tema del filme. El mundo es un pañuelo y cualquier operación acaba cayendo en manos de las multinacionales. En fin, puede que haya salido antes en alguna película de Bond, James Bond.

¿No es exagerado que un simple agente pueda detener toda una conspiración mundial? Bueno, no es un simple agente, Louis Salinger (el personaje que interpreta Clive Owen) es en realidad un agente de la Interpol. Además, con él está la Fiscal del Distrito de Manhattan Eleanor Whitman (o sea, Naomi Watts)… aunque no sé si queda muy claro qué pinta una fiscal en una trama mundial.

Vale, un agente solo y una fiscal acaban con el mal en el mundo. ¿Demasiado exagerado el canto al individualismo norteamericano? En fin, los héroes en el cine son así, tipos duros y solitarios que acaban resolviendo los problemas que presenta la trama. Lo hemos visto siempre en las películas americanas, ¿por qué no vamos a hacer algo parecido los europeos?

Pero la trama ha de ser creíble y estar bien explicada para el público. ¿Cómo?, ¿cree usted que no se entiende que los malos son muy malos y lo controlan todo? Tampoco somos tan esquemáticos, piénsese que el protagonista tiene un pasado en Scotland Yard, de donde lo tiraron por una conspiración que hoy continúa…

Ésta no es mala, esta es la Buena. Salta a la vistaSí, se entiende, pero resulta tan increíble que un tipo solo pueda hacer frente a todo el sistema bancario mundial y darle un giro… ¿No será una alusión encubierta a cómo algún americano (quizá un presidente algo más moreno) puede frenar una crisis mundial? No, la película no es política, si acaso una alegoría sobre la globalización y los peligros que conlleva. Pero aquí hay cine de acción, con un punto de reflexión, pero sin dobles lecturas y todo eso.

Pero ese asesinato de un líder político italiano, la conspiración de la policía, de Scotland Yard (que obligó al protagonista a cambiar de aires), de la Mafia italiana… sólo falta el Vaticano, aunque de ese estamento ya se ocupará Ron Howard en Ángeles y demonios, curiosamente también producida por Columbia, o sea, Sony, es decir, los japoneses. ¿Simple casualidad? Sí, sí, naturalmente, simple casualidad. Veamos, The International es una película en la que intervienen técnicos alemanes, ingleses, italianos, turcos, norteamericanos… es una película internacional, pero no tiene nada que ver con grandes conspiraciones internacionales.

Pero si precisamente esa es la hipótesis del filme: todo está manipulado y en manos de los grandes bancos… dirigidos por hombres blancos con cierto aspecto de nazis. ¿Entonces no hay denuncia? No, no. Es decir, sí. Lo que pasa es que una cosa es la trama sencilla, simplificada para el público de palomitas, y otra es la realidad de hacer una película. Tras el éxito de El perfume en Europa (porque en Estados Unidos la distribuyeron mal), había que hacer algo que funcionara en USA, o se acababa el crédito. Y un thriller con pretensiones de denuncia seria y rodaje en muchos países es algo que siempre funciona.

Acompañado de palomitas y cocacolas…

Y con un buen Dolby Digital, para que los disparos retumben bien.

Una sola duda: si la policía rodea el Guggenhaim tras el larguísimo tiroteo (excelentemente planificado, eso sí), ¿cómo logran salir Salinger y su contacto, ese asesino ortopédico que acaba muriendo junto al lago de Central Park? Eh, esto, bueno hay una elipsis que evita dar explicaciones innecesarias. Lo importante es que el asesino muere en manos del héroe, como mandan los cánones.

¿Los cánones? Sigo viendo todo muy confuso y trillado. Casi parece una película hecha para lelos, donde las explicaciones (que siempre son dialogadas y farragosas) no tienen otra función que aclarar, pero importan poco, lo importante es la acción. ¿Confuso, farragoso, demasiado dialogadas las explicaciones? Bueno, los test-screening siempre sirven para que los puntos poco claros se corrijan. Se han añadido explicaciones aquí y allá, lo normal en estas películas caras. Y se ha suprimido el sexo, claro, esto no es la escena final de Perfume, aquélla era una película europea y podía ser explícita en la orgía final, pero fracasó en Estados Unidos. Así que ahora hay que amoldarse: muchos disparos y nada de sexo.

¿La ley de la taquilla? Sí, pero tampoco es tan malo, sigue habiendo cierta personalidad detrás de todo. Hay un margen entre lo comercial y la calidad, en ese margen es donde nos hemos movido. Es estrecho, pero podría ser peor.

Cierto, podría ser peor. Podría tratarse de High School Musical 4... con ínfulas de película de autor europeo.

Claro, o a ritmo de tango… en París.

Bond + Bourne + El perfume = The International