«Un buen año» de Pau Gómez

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(Re)descubriendo películas

Si hay algo que divide al público cinéfilo y a la crítica en general son los listados de mejores películas o la consideración de aquellas películas que deben verse obligatoriamente –una polémica solo superada por las alineaciones futbolísticas o la discusión entre partidarios de la tortilla de patata con cebolla o sin cebolla–.

De ahí que el planteamiento propuesto por Pau Gómez en Un buen año puede ser objeto de debate pues la historia del cine contiene tal cantidad de obras memorables que es difícil abarcar un listado que genere consenso.

Pero eso es también lo saludable y divertido de este tipo de propuestas pues establece una reflexión partiendo de una premisa, que, en este caso, se aleja en ocasiones de esas películas que sí o sí deben formar parte de aquellas que consideramos “las mejores”. A lo largo de sus más de 600 páginas nos daremos cuenta del alejamiento de la ortodoxia crítica que planea su autor con el fin de ampliar el panorama de las películas reseñables.

La intención es facilitar 365 títulos de películas, más una para los años bisiestos, que permitan fomentar el gusto por el cine partiendo de este tipo de formato (1001 películas que hay que ver antes de morir, Una película para cada año de tu vida) bajo la estupenda hipótesis de visionar una película al día.

Lógicamente, cada persona que se acerque a esta obra podrá plantear interrogantes como: «¿Por qué no está X película?», «¿Por qué no hay ninguna película de X director o directora? o «¿Cómo puede ser que se incluya X filme en este listado anual?». Una serie de preguntas que variarán en función de la edad, el momento en el que el cine entró a formar parte de nuestras vidas, el gusto cinematográfico, el apego a un determinado género o las manías y fobias particulares de todos aquellos y aquellas que tengan en sus manos un libro de estas características.

Con la referencia del marco anual como contenedor cinematográfico, el libro se desprende del elemento temporal (días, meses) para organizar su estructura en base a los géneros cinematográficos que permite agrupar las películas en apartados temáticos como Aventuras, Criminal, Comedia, Musical, Terror, Superhéroes, Wéstern, Bélico, Sci-Fi, etc.

De esta forma, el libro se convierte en una especie de vademécum que se puede abrir por cualquier bloque o página. Cada bloque incorpora al inicio un dibujo en blanco y negro de Daniel Escalé alusivo al contenido de ese apartado. Hay que destacar que se incluye al final un índice onomástico que sirve de ayuda para localizar autores o títulos concretos que permite la lectura independiente de cada fragmento dedicado al análisis de las películas.

El criterio elegido por el autor tiene su origen en su experiencia como cinéfilo –Gómez es licenciado en Periodismo, doctor en Cine y ejerce su trabajo de escritor y docente–, compaginando un acercamiento que navega entre el mainstream, el respeto a los clásicos y también cierta rebeldía que le lleva a incluir esos títulos que no aparecerían en las recopilaciones al uso –estamos hablando de películas como La Roca, Cara a cara o El último boy scout– pero siempre bajo dos criterios: primero, que cuenten con una calidad notoria como producto cinematográfico; y segundo, que se justifique su visión en relación con el género o apartado temático en el que están incluidos los títulos.

En el prólogo del libro, que corre a cargo de Viggo Mortensen, el actor y director neoyorquino explica que, si él tuviera que elegir un listado de las películas para ver durante un año entero, “(…) más allá de directores o géneros, se basaría en mis propios recuerdos y en aquellos títulos que me transmiten la pasión por este arte”.

Y eso es lo que hace Pau Gómez, elige unos títulos que reflejan su experiencia cinematográfica, el cine con el que creció, aquellas obras que marcaron su acercamiento al cine, y por supuesto, la querencia por autores como Spielberg –director del que Gómez realizó su tesis centrada en la separación familiar en el cine del autor de La lista de Schindler–.

A partir de ahí queda abierto el debate pero hay que reconocer que la agrupación temática y el orden alfabético, permite que podamos saltar sorpresivamente de Perdición a El precio del poder, de Tiburón a Train to Busan o de Ladrón de bicicletas a La ley de la calle. En esa línea de ampliar el abanico de títulos se incluye también continuaciones y secuelas –obviando aquello de que segundas partes nunca fueron buenas– pues aquí podemos encontrar segundas, terceras, cuartas o quintas partes de las franquicias más reconocidas de las últimas décadas.

En su acercamiento a cada título, se sortea la dificultad de contar con un espacio limitado, concentrando la información para destacar aquello que hace que la película merezca estar reseñada en el libro. Se pone en contexto cada filme, situándolo dentro de la filmografía del director o directora y destacando el elemento clave para entender su significado. Los distintos análisis aparecen trufados de anécdotas que dan luz sobre el origen o la creación de las películas y tienen el valor de convertirse en reseñas que fomentan la experiencia cinematográfica.

Como escribe Pau Gómez en la introducción del libro: “Atrevámonos a revertir los cánones de un arte sublime y excesivamente encorsetado”. Con este espíritu, no están todas las películas que son, pero cada título que aparece, por una u otra razón, merece la pena (re)descubrirlo. Y ese es el valor de este libro.

Escribe Luis Tormo

Un buen año | Pau Gómez | Edita: Libros Cúpula, 2025 | 607 páginas | ISBN: 978-84-480-4265-3

Pau Gómez durante la presentación de «Un buen año». Foto: Luis Tormo