No te fíes de nadie, engaña cuanto puedas
Ya quedan atrás en el tiempo las películas que trataban el terrorismo basado en historias ficticias, tanto por tierra, como por mar y aire. Por tierra, el mayor ejemplo es la saga de la Jungla de cristal, con Bruce Willis a la cabeza del reparto. Por mar, por ejemplo, Speed 2, donde el terrorista es Willem Dafoe, y se apodera de un crucero. Y por aire, Air Force One, con Harrison Ford como presidente de EEUU y salvador del secuestro del avión.
Todas estas películas de los años 90 mostraban el terrorismo como un gran robo, o por una reivindicación casi siempre imposible, o incluso por una buena causa como en la película La Roca, en definitiva: cine de acción pero totalmente ficticio, es decir, basado en la imaginación del creador.
Pero las historias en el cine siempre han ido al compás de la sociedad que hemos ido construyendo, así hemos sido testigos de cientos de historias donde el poder establecido y el mal están separados por una delgadísima línea.
Pero tras llegar en el año 2001 el atentado contra las Torres Gemelas en Nueva York, el concepto de terrorismo en si cambió radicalmente: ya no se pide nada a cambio, ya no se pretende liberar a nadie, ni se desea dinero, se busca la aniquilación por parte del yihadismo de todos los herejes; ya no es un atentado, es un ataque.
En United 93 (2006) se describe la sincronización en el secuestro de los aviones, y cómo fue cambiando el semblante de todos con el estupor que suponía presenciar algo totalmente impensable hasta el momento. Ya empezamos a ver películas basadas en hechos reales relacionadas con el terrorismo yihadista.
De hecho, podríamos hablar de un género nuevo, el conflicto de Oriente Medio, la guerra no es tradicional, si el espionaje siempre había sido fundamental, en este tipo de guerra más aun, ahora el amigo viste igual que el enemigo, la tecnología, las fuentes y los agentes de campo, es decir los espías sobre el terreno donde la vida no tiene precio, son un pack fundamental en este nuevo tipo de guerra.
La película Red de mentiras, precisamente se basa en la vida de un agente de campo. Dirigida en 2008 por Ridley Scott, en ella Leonardo Di Caprio interpreta un espía de la CIA que tiene que introducirse en el mundo yihadista para poder atrapar a un terrorista importantísimo. Su jefe, Rusell Crowe, dirige las operaciones por teléfono desde su casa en EEUU.
Red de mentiras es una de las mejores películas de este nuevo género, por su minuciosa descripción de las nuevas técnicas de espionaje, el uso de las nuevas tecnologías, los drones, por supuesto, y las estrategias de la CIA en Oriente Medio.
El espectador enseguida se identifica con el protagonista, él miente y a él le mienten, en Oriente Medio no puedes fiarte de nadie y menos si eres espía de la CIA, al más mínimo error en el más mínimo detalle y estás muerto… y eso no es lo peor, lo peor es cómo te matan, por eso o bien personalmente o bien un compañero acaba con tu vida antes de ser apresado.
Al final estás solo, rodeado de malos que no se diferencian de los buenos, y con presión constante desde la central en EEUU. Un agente de campo puede dejar de ser útil, la película hace que te resulten tan repugnantes los terroristas como el papel de Russell Crowe. La corrupción es total.
Los expertos en yihadismo resaltan Red de mentiras y Syriana, con George Clooney, entre las películas mejor documentadas sobre las operaciones especiales realizadas en Oriente Medio.
Y es la primera vez que adquieren un papel fundamental los drones: se calcula que hay unos 80.000 sobrevolando Oriente Medio, y el punto de vista de los drones se incorpora a la planificación del film, un ángulo que forma parte de la película y de la historia, ya que trabajan en equipo con el espía.
Leonardo Di Caprio, a base de películas y a pesar de su físico, ya ha demostrado que puede protagonizar a un tipo peligrosísimo y preparado para las peores situaciones con total credibilidad, no se le puede poner ningún pero.
En definitiva, Red de mentiras es una gran película que nos transporta con total fidelidad al Oriente Medio actual y la lucha contra el yihadismo a escala mundial. Acción, intriga, espionaje, terrorismo, todo en manos de un Ridley Scott, que genera un cóctel adictivo que acaba atrapándote.
Escribe Isi Lucas