El redescubrimiento de un clásico
El empeño del cineasta Juan Estelrich por recuperar una película olvidada como El mundo sigue, rodada en el año 1963, ha permitido a las nuevas generaciones de espectadores conocer una película fundamental para el cine español.
Prácticamente desconocida, tuvo un estreno irrelevante en el cine Buenos Aires de Bilbao, el 10 de julio de 1965. El filme fue escrito, dirigido, interpretado y coproducido por Fernando Fernán Gómez junto con Juan Estelrich (padre del antes citado). La película fue maltratada por la censura, que exigió eliminar algunos diálogos del guion; no recibió ninguna subvención oficial y dada la temática que abordaba —la miserable realidad de una España que todavía sufría las consecuencias de una guerra civil—, y después de algunos pases en cines de provincias, fue retirada por la distribuidora (Nueva Films).
Casi veinte años después, el 22 de abril de 1982, la segunda cadena de TVE emitió la película, en el marco de un ciclo dedicado al cine de Fernando Fernán Gómez.
Medio siglo después de su estreno fallido, Juan Estelrich, ahijado de Fernán Gómez, localizó la única copia existente de El mundo sigue en la Filmoteca Española. La recuperó legalmente ya que su abuelo era el dueño de la productora de la película (Ada Films) y procedió a su restauración.
Posteriormente, propuso a la distribuidora A contracorriente Films que la película se comercializara en soporte digital de alta definición (en Blu-ray y DVD). El nuevo estreno oficial de la película ya restaurada se produjo en el Festival de Cine de Málaga en 2015. Existe otra restauración más reciente realizada por la Filmoteca de Cataluña, obtenida a partir del negativo original. La versión recuperada por Juan Estelrich se basa en una copia (positivo de la película).
La acción transcurre en Madrid, en el barrio de Maravillas, que se corresponde con las actuales zonas de Malasaña y Chueca. La capital de España es «el espacio real» que la película propone. El guion lo escribió el propio Fernán Gómez, y la idea era reflejar el modo de vida de las capas sociales bajas, contando su problemática cotidiana. El cineasta toma como referencia la novela del mismo nombre, escrita por Juan Antonio Zunzunegui, publicada en el año 1960. La novela hacía años que estaba descatalogada, pero ha sido recientemente reeditada (El Paseo Editorial, 2021).
La película desarrolla de forma muy fiel el argumento de la novela. Cuenta la historia de una familia de origen humilde que vive en el barrio de Maravillas. La acción transcurre a finales de la década de los cincuenta en un Madrid lúgubre, de casas humildes y con carencias esenciales. Las protagonistas son dos hermanas, Eloísa y Luisa. Dos mujeres jóvenes y atractivas. Pero cada una opta por un modelo de vida distinto.
Eloísa (Lina Canalejas) es una abnegada esposa y madre que vive con su marido Faustino (Fernando Fernán Gómez), pero la convivencia de la pareja es un fracaso. Él es un hombre sin oficio ni beneficio que no hace otra cosa que complicarle la vida a su mujer. Luisa (Gemma Cuervo) opta por otro modelo de vida, busca la compañía de hombres adinerados con la finalidad de tener un mejor nivel de vida. La manera distinta de enfocar sus vidas genera una rivalidad enfermiza entre las dos hermanas. Sus continuas peleas y enfrentamientos desembocan finalmente en una tragedia.
Resulta llamativo que Fernán Gómez se interesara por realizar, en su octava película como director, un duro melodrama de corte realista, muy alejado de su perfil ya consolidado como actor y director de comedias; con un tratamiento cinematográfico en la línea del neorrealismo italiano. Rodada en blanco y negro, la película asume la perspectiva del autor de la novela en la que se basa, Juan Antonio Zunzunegui, cuya obra literaria fue reconocida y valorada especialmente en los años sesenta y setenta.
Su visión de corte naturalista —su referente literario era Pío Baroja—, muestra una realidad severa y hasta sórdida de la España de entonces; sin embargo, se trata de un autor bien visto por el régimen franquista. La novela tiene un componente de carácter documental a través del que se describe el Madrid de la época. Este aspecto también lo plasma la película de Fernán Gómez, especialmente en las primeras secuencias.
El mundo sigue arriesga en aspectos formales que, posteriormente, han sido muy reconocidos por la crítica cinematográfica. Es el caso de una escena con un montaje muy poco convencional en ese momento; se produce cuando Luisa sube las escaleras de la casa familiar para ir a visitar a su madre (Milagros Leal) después de una larga ausencia; y mientras sube se intercalan a gran velocidad imágenes del pasado en las que aparece ella misma de niña. La idea era proponer un flashback hacia el pasado y la niñez. También se utilizan los monólogos interiores en el caso de los personajes principales, aportando sus diferentes puntos de vista.
Además de hallazgos técnicos o narrativos, la película propone cuestiones que siguen estando vigentes. Así ocurre con la consideración del dinero como un elemento central en la vida, las desigualdades de género, la envidia, la infidelidad conyugal o la violencia en el ámbito familiar. Aspectos que se identifican con una sociedad enferma, cosificada, movida exclusivamente por los intereses económicos.
Los enfrentamientos de las dos hermanas se materializan en el hogar familiar, donde los padres (guardia urbano y ama de casa) conviven con un hijo beato (José Morales) que abandonó el seminario poco antes de convertirse en sacerdote, el cual reza continuamente para expiar los pecados de la familia.
Luisa consigue salir del barrio, buscando una vida mejor, ejerciendo la prostitución. Su ascenso social le permite llevar otro tipo de vida; en cambio, su hermana sufre una fuerte frustración por no ser capaz de mejorar su tipo de vida. Eloísa encarna el ideal de la mujer católica (modesta en el vestir y el vivir, madre cuidadora de sus hijos y defensora de la familia). Luisa, por el contrario, es la antagonista, cuyo modelo de vida repudia la iglesia católica, tachándolo de pecaminoso.
La película asume una visión crítica hacia la institución eclesiástica que actúa como castradora. También los roles masculinos sufren una dura crítica al manifestarse de manera soez, cosificando a las mujeres o burlándose de Faustino, un hombre descentrado que en buena medida se desentiende de su familia, obsesionándose con la idea de que jugando a las quinielas solucionará sus problemas económicos.
Una excepción de esos roles machistas es el personaje de don Andrés (Agustín González), un autor de teatro frustrado que se gana la vida como crítico teatral en un periódico. También vecino del barrio, de carácter amable y solitario, lleva toda la vida enamorado de Eloísa, aunque nunca se ha atrevido a llamar su atención; de haberse decidido, quizás podrían haber cambiado sus vidas. Al desencadenarse la tragedia final, don Andrés se reprocha a sí mismo no haber tenido en su momento el valor de declararse.
Para configurar el elenco artístico de la película Fernán Gómez se apoyó en un grupo de actores y actrices que ya conocía y que formaban parte de su círculo habitual. Es el caso de Lina Canalejas, Agustín González, María Luisa Ponte, José María Caffarel o Tota Alba. Gemma Cuervo no conocía al director con anterioridad a este proyecto. En ese momento ya estaba casada con Fernando Guillén, también participante en la película.
Cabe reseñar que en este filme debutan como actrices cinematográficas, en pequeños papeles, Pilar Bardem y Marisa Paredes que después han tenido una carrera cinematográfica relevante, especialmente la segunda. En el equipo técnico cabe destacar el trabajo del director de fotografía Emilio Foriscot y de la montadora Rosa Salgado.
Habitualmente, El mundo sigue aparece mencionada en las listas de las mejores películas españolas de la historia del cine.
En cuanto a las fuentes consultadas para elaborar este artículo, cabe mencionar de manera especial el libro colectivo El mundo sigue, de Fernando Fernán Gómez (Peter Lang Edition, 2017), coordinado por los profesores Ralf Junkerjürgen y Cristina Alonso-Villa, investigadores en la Universidad de Regensburg (Alemania). En esta obra, dedicada monográficamente al estudio de la película, se publica por primera vez el guion de rodaje con las anotaciones manuscritas del director.
También ha sido consultado el libro autobiográfico de Fernando Fernán Gómez El tiempo amarillo. Memorias 1921-1991 (Capitán Swing, 2015). Y el recientemente publicado El libro de Fernando Fernán Gómez. Antología polifacética de obra y vida (Blackie Books, 2021) una recopilación de textos editada por Helena de Llanos (nieta de Fernando Fernán Gómez) y Jorge Cascante.
Escribe Juan de Pablos Pons | Fotos y tráiler A Contracorriente Films