Singularidades

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Hit, Iglesias, Broncano y la Eurocopa

La noche pasada me quedé en el sofá esperando la emisión del muy promocionado HIT 3 en La 1 de TVE. La espera se hizo más larga de lo normal, porque antes había que soportar estoicamente a Los Iglesias: hermanos a la obra (La 1), mostrando sus habilidades de bricolaje arreglando un casoplón.

En realidad, un reality prepotente y descabellado, en plena crisis de la vivienda, para lucir las capacidades de Chabeli y la habilidad como «manitas» de Julio Iglesias jr. Ya se pueden imaginar, un despropósito solo superado por el especial Lazos de sangre (La 1), dedicado al cumpleaños del patriarca de la familia y cantante global conocido como Julio Iglesias. Pero ¿qué responsable de RTVE considera estos contenidos de interés público?

En pleno sopor ante las cuitas de los dos hermanos y pasada la medianoche, apareció en pantalla el estreno de la tercera temporada con el capítulo titulado nada menos que Alicia en el país de las maravillas. Pese a semejante advocación, la entrega se recomienda para mayores de 16 años y se emite bien entrada la madrugada.

Los exteriores se localizan en La Palma, donde se rodó poco después de la erupción del volcán (2021). Concretamente en un centro de rehabilitación de alcohólicos que era lo que se proponía hacer Hugo (Daniel Grao), el protagonista de la serie. Pese a los poderes que encarna el personaje, no resiste la tentación y sucumbe a la adicción en Puertollano, zona en la que se desarrollaron las peripecias de la temporada anterior.

No seré yo quien ponga en cuestión los méritos como director y menos aún como guionista, de Joaquín Oristrell ni tampoco del solvente equipo de producción que le acompaña en HIT. Pero en esta ocasión lo que se puedo ver en la pequeña pantalla suscita no pocos interrogantes. El primero, sin duda, la descabellada y poco ejemplar hora de emisión. El segundo interpela al mismo protagonista que es tan, tan sobreactuado cuando pone sobre sus hombros los graves problemas de inadaptación extrema de los adolescentes del colegio. Casi en tono de thriller se enfrenta a la vez al grupo de chicos y chicas, al escepticismo del claustro y al desconcierto de las familias que no en todos los casos asumen la responsabilidad que les corresponde.  

Ante los graves problemas estructurales que desquician a la juventud actual, aparece un profesor/monitor con superpoderes porque sufre o ha sufrido parecidos problemas y redime a la muchachada de sus querencias a las drogas, a la violencia, al suicidio, al porno y, cómo no, también a los móviles. Si esto fuera así, habría que solicitar a los responsables de RTVE que programen esta ficción con tan nobles propósitos a una hora más noctámbula todavía para que la vea solo la audiencia verdaderamente perjudicada.

Vaya, lo que pasó con este primer capítulo que, según los estudios de audiencia, solo lo vimos cuatro gatos. A esas horas el personal prefirió ver el Supervivientes (Tele 5), conducido por el hipertelevisivo Jorge Javier Vázquez. ¿Conocerán en Mediaset las preferencias del respetable?

En cualquier caso, RTVE debe estar muy interesada en las terapias colectivas en torno a las singularidades. La desquiciante presencia de Biden y Trump en los informativos y la sobredosis de retransmisiones deportivas de las últimas semanas ratifica la tendencia. Lo cual da pie, por lo visto, a que los responsables del ente público pongan en boca de presentadoras y presentadores de sus respectivos programas eso de es la oferta generalista de TV más vista en los últimos meses. Pero a quien no le guste el espectáculo televisivo del futbol, el tenis o el ciclismo tendrá que exiliarse televisivamente una temporada.

Tras los éxitos deportivos, pasan a la acción las tertulias desmenuzando la genealogía, pongamos por caso, de los goleadores de fútbol. Y a los éxitos les siguen las celebraciones desmadradas, banderas y calles abarrotadas con la tele en directo, los cánticos fuera de tono y de modales de algunas de esas singularidades, nacionalismo desaforado e incluso conflictos diplomáticos.

Por si no fuera suficiente con todo esto, casi en la escalerilla del avión bajando con la Eurocopa, inhabilitan al mismísimo presidente de la federación. Con este panorama ¿no sería conveniente que todo el equipo campeón de Europa y demás deportistas de élite, realizaran una sesión de terapia en HIT, bajo la supervisión de Hugo, no de los responsables federativos?

Que no sirvan estas observaciones para empañar lo más mínimo la brillantez del juego desplegado por futbolistas, tenistas, baloncestistas, et. Como repitió Nico Williams en varias ocasiones, ellas y ellos son ejemplo para la juventud, y lo son tanto dentro como fuera del campo de juego. Se han hartado a repetir, en informativos y tertulias, que el equipo ganador de la Eurocopa representa un modelo a pequeña escala de la sociedad española.

La Selección Española gana la Eurocopa y sus jóvenes se convierten en ejemplo para «casi todos».

Eduardo Madina mantuvo este mismo argumento, incluso para desacreditar a quienes acusan de «traidores» a algunos jugadores por identificarse con la Roja. Sin embargo, a la proclamación del modelo le sigue el bochornoso debate en el Parlamento de la ley de Inmigración, donde aflora incluso el desprecio a los menores no acompañados retenidos en condiciones insalubres en Canarias.

Abundando en este contraste, estuvo brillante Ramoncín cuando en la tertulia de LaSexta Xplica (La Sexta), única cadena que ofreció en bucle el cuerpo a tierra del candidato a la Presidencia de USA durante un mitin. Pues bien, mientras el agredido exclama fight (lucha/guerra) invocando a Dios, Ramoncín planteó que el lamentable hecho del que estaban siendo testigos, no debía ocultar que en Palestina se está asesinando a miles de inocentes y otro tanto en Ucrania. Masacres ante las que nadie se rasga las vestiduras ni las televisiones ponen suficiente énfasis en la injusticia de tanta barbaridad. Sí lo hacen, en cambio, repitiendo hasta la saciedad el puño y la bandera del candidato republicano pese a que insulta e invoca a Dios para destrozar las instituciones democráticas, sin dejar de lucrarse de la industria que produce las armas mortales para la infancia de Gaza.

En la TV vimos el debate en el que Biden pierde el oremos y pronto la condición de candidato, en la TV vimos la oreja herida de Trump, en la TV vimos el decepcionante debate parlamentario a propósito de la acogida de menores inmigrantes. De manera parecida se trató la controvertida propuesta gubernamental sobre la «regeneración democrática», especialmente en lo referente a los medios de comunicación. Propuesta que en lo fundamental traspone el Reglamento (UE) 2024/1083 del Parlamento Europeo y que pretende regular la independencia editorial y la pluralidad de los medios de comunicación.

En su extenso articulado dedica varios apartados a la «alfabetización mediática» que debería aplicarse tanto a HIT, como al meloso Así es la vida (Tele 5) o Todo es mentira (Cuatro), cuando «informan» sobre el caso de la esposa del Presidente o del contrato que RTVE le ha hecho a David Broncano para disputar la audiencia a El Hormiguero (Antena 3) y al inminente de Carlos Latre en Tele 5. También hay que poder interpretar la primera página de un diario, todo un enunciado sobre la complejidad del mundo actual.

Si les interesa y tienen tiempo, pinchen en este enlace. ¿Así fomenta la “industria del yo” las singularidades?

Escribe Ángel San Martín  

Broncano ficha por RTVE… y los demás medios ponen el grito en el cielo.