Un ensayo crítico

Desde sus primeros éxitos en el cine mudo, como La princesa de las ostras y Madame Dubarry, hasta sus obras maestras de madurez, caso de Ninotchka, Un ladrón en la alcoba o la grandiosa Ser o no ser, las películas de Ernest Lubitsch han tenido un impacto duradero en el cine de Europa y América.
Su dominio fue la comedia sofisticada, y su medio, el famoso «toque Lubitsch»: esa hábil combinación de sensibilidad, ingenio y pensamiento innovador que cristalizaba personajes y acontecimientos en un único momento de perspicacia.
En 1968, Herman G. Weinberg, conocido por su faceta de subtitulador de películas, periodista cinematográfico y autor, publicó precisamente su obra El toque Lubitsch. Un ensayo crítico, un libro importante para conocer la figura del director alemán que ahora nos llega publicado por la labor encomiable de Amarcord Ediciones.
Nos hallamos ante un estudio exhaustivo y definitivo de las películas de Lubitsch, sin duda el único recurso que un fan necesitaría para revisionar todos sus trabajos para la gran pantalla. El autor ofrece un análisis detallado de la obra completa de Lubitsch, junto con los perfiles de sus colaboradores clave. Sin embargo, no se trata de una biografía: quien desee conocer su vida debería buscar en otra parte.
El libro se abre con un atípico prólogo donde se recogen algunas sentencias de personajes famosos o eruditos de todas las épocas, tales como Bertol Brecht, Mark Twain, Bernard Shaw e incluso Sir Laurence Olivier, incluyendo una más dictada por el propio Lubitsch y que reza así: «Hay mil maneras de encuadrar con una cámara; pero en realidad no hay más que una». Dicho prólogo concluye con un párrafo postrero donde se nos habla de la afición que tenía el cineasta por las puertas, presencias constantes en casi todas sus producciones.
A continuación, se analiza la trayectoria de Lubitsch divididas en tres partes bien diferenciadas: en la primera, se nos habla de su primera etapa alemana, de sus inicios en el mundo del cine y de cómo de manera paulatina fue consiguiendo fama y prestigio, llegando a dirigir películas tan costosas, tanto en el sentido de caras como de dificultosas, como lo fue La mujer del faraón. También de que en 1913 creó un personaje cómico judío para diferentes cortometrajes que escribió y dirigió. Desde 1914 hasta 1922, rodó cerca de cincuenta filmes de distinto metraje, entre los que destacaron títulos como La princesa de las ostras, Madame DuBarry o su último film corto: Romeo y Julieta.
La segunda parte está dedicada a su desembarco en América y los difíciles inicios que tuvo que padecer antes de alcanzar reconocimiento en el mundillo. Todo empezó cuando un distribuidor estadounidense se animó a estrenar su película Madame DuBarry (1919) con el título Passion y fue un éxito apabullante que superó todas las expectativas. Entonces se comenzaron a importar sus películas como fue el caso de Ana Bolena, retitulada como Deception, o Sumurun, rebautizda como One Arabian Night. El éxito de esas películas le valió el generoso apelativo de ser «el Griffith europeo».
Y fue entonces cuando le llegó una oferta de trabajo de la United Artists de la mano de una de las personalidades más importantes de Hollywood: Mary Pickford. Pickford era la actriz más famosa del mundo, de modo que su oferta para filmar nada más y nada menos que una versión de Fausto no era poca cosa. Las complicaciones entre director y actriz fueron múltiples, dado que ella se caracterizaba por no dejarse dirigir más de la cuenta, imponiendo siempre su criterio como buena diva que era. Encima, el pobre hombre tuvo que bregar con las quejas de los excombatientes de la primera guerra mundial, que no veían con buenos ojos que un alemán viniera a quitarle trabajo a directores estadounidenses.
La tercera y última parte ya nos presenta a un Lubitsch asentado en la industria hollywoodiense, y se hace hincapié en el paso de sus películas mudas a las sonoras, que como a todos los que pilló en esa época, dio para mil y una historias. Cuando se habla de esta transición, a mí siempre me gusta recalcar el hecho de que hasta que no se produjo la sonorización de las películas al cine mudo se le conocía simplemente como cine, ya que hasta la fecha no existía otro tipo de cine que ese. Vale la pena recalcarlo porque a los que amamos el cine «mudo», y que además odiamos el parloteo constante que aparece en la mayoría de producciones actuales, al menos nos queda ese consuelo…
Lubitsch en un principio se mostró muy escéptico en cuanto al sonido e incluso no aceptó de primeras que las películas fueran en color, llegando a expresar en más de una entrevista que creía que ambas novedades podrían conducir a los más desastrosos resultados. Pero claro, al final tuvo que claudicar, y su primera producción sonora, cómo no, fue un musical: El desfile del amor, con un Maurice Chevalier recién cumplidos los cuarenta y la debutante Jeanette MacDonald.

Una vez referidas estas tres partes que vienen a ser los fragmentos más teóricos del libro, este se complementa con unos jugosos apéndices: algunas entrevistas con personalidades del mundo del cine que tuvieron la suerte de trabajar en algún momento de su carrera con Lubitsch y algunos artículos y valoraciones de cronistas de la época.
Entre las primeras destacan las realizadas a Samson Raphaelson, guionista y dramaturgo estadounidense (fue el autor de la obra Day of Atonement, adaptada al cine como El cantor de jazz), que trabajó con Lubitsch en la friolera de nueve películas, incluyendo Un ladrón en la alcoba, El bazar de las sorpresas y El cielo puede esperar.
Destacar también la entrevista a Walter Reisch, guionista y director austríaco que coincidió con el director alemán en el guion de Ninotchka. Esta entrevista viene acompañada de unos «últimos recuerdos» de Reisch respecto a Lubitsch, donde se citan los últimos momentos que compartieron juntos.
La obra finaliza con una extensa y muy completa filmografía anotada donde se diferencia la etapa alemana de la norteamericana explicándonos alguna anécdota acaecida durante la producción de cada una de las películas.
Escribe Francisco Nieto
El toque Lubitsch | Herman G. Weinberg | Edita: Amarcord ediciones, 2024 | 250 páginas | ISBN: 9788412728767
